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Adhiero a las pancartas y a los afiches

Yo no hice, ni llevé, ni pegué, las pancartas y afiches, en los cuales se mostraban un grupo de periodistas Cipayos y mentirosos, pero adhiero a ellos y felicito a quienes los hicieron, los llevaron o los pegaron.Antonio Tourville, dirigente peronista de Paz, Pan y Trabajo,

Desde las 6 de la mañana. hasta las 24 horas, es decir 18 horas por día e ininterrumpidamente, estos periodistas y otros, atentan contra el presente y futuro del pueblo de mi patria. Para ello utilizan las mentiras, las campañas, el hostigamiento y el ocultamiento de la información.

Ejemplos de estos hay muchos , pero como decía mi abuela, “para muestra sobra un botón”. Así que allí van algunos “botones”:

Estos sujetos repitieron a coro durante días que el gobierno nacional llevaría a la Argentina aislarse del mundo, mientras nuestra Presidenta era convocada a ocupar un lugar en el Grupo de los 20, a la Cumbre de Armas Nucleares y la Argentina era visitada por el presidente ruso, el vietnamita, la secretaria de Estado Norteamericano y era recibida entre pocos, por el presidente Barak Obama, de lo cual estos sujetos comentaban que había sido sólo 15 minutos y de lástima.

Decían como loros, que la Argentina caería en una profunda crisis, pero cuando no cayó y el FMI la mencionó entre los cinco países con más crecimiento futuro, lo ocultaron. Propalaban que la temporada turística era una decepción dada las bajas reservas, la realidad hizo explotar los lugares turísticos donde no cabía ni una mosca.

Pronosticaron una epidemia de dengue, crisis energética, corrida bancaria, hasta llegaron a decir que íbamos derecho al default y todo eran ruines mentiras.

Auguraron una crisis en la industria automotriz y batimos récords de producción y exportaciones. Lincharon mediáticamente a estudiantes por cortar una calle y subirse a una mesa con un cartel y paralelamente apoyan los paros del subte y apoyaron y festejaron el corte más feroz de caminos de nuestra historia, que casi nos lleva al desabastecimiento. Hicieron y hacen campaña para instalar la idea de que la Argentina es el país más inseguro del mundo, y callan que tiene uno de los índices de mortalidad en delito más bajo en América.

Promueven e incentivan el alza de precios, augurando alza en la cotización del dólar y propalando en cadena precios de barrios selectos, a sabiendas que la inflación es una variable que se mueve cuando se instala la desconfianza y el temor de quedarse desactualizado y perder rentabilidad y capital.

Cuando entrevistan a cualquier integrante del gobierno no le hacen preguntas, sino que emiten juicios de valor descalificándolo. Organizan mesas redondas con políticos de diferentes sectores opositores y en vivo y a la vista de todos, los hacen prometer una oposición unida y feroz. Bombardean día y noche, con entrevistas que se trasforman en monólogos de cuanto opositor se arrime y de cualquiera que quiera insultar al gobierno.

Mienten cotidianamente, ocultan información, las fragmentan, titulan con saña, siembran odio y más odio.

Esto y mucho más hacen estos sujetos con la evidente intención de lesionar y obstaculizar las acciones del gobierno nacional, produciendo corridas cambiarias, fugas de capitales, desánimos en la inversión, procesos inflacionarios, desconfianza, miedo, desazón, disconformidad.

Esto al perjudicar la acción de gobierno, perjudica al pueblo en su conjunto. Por ello digo que estas acciones son en contra de la Nación y de su pueblo, es decir de la patria, son acciones Cipayas.

Estoy en desacuerdo con periodistas, que a pesar de  no ser como estos sujetos, salieron a decir que no estaban de acuerdo con estos afiches y pancartas, como los del programa 678, demostrando que el sentimiento solidario de oficio o profesión, les pesa.

Y para justificar su opinión, decían cosas como que a estos periodistas lo mandaban o que tienen necesidad de trabajar. Esto es lisa y llanamente la teoría de la obediencia debida o la teoría de la necesidad o del que si no lo hacen ellos, otros lo harán.

Señores, uno no puede ser traidor a su patria y a su pueblo, ni por obediencia debida, ni por necesidad, ni por oportunismo.

Los hombres y mujeres de una patria de una Nación, deben ser obedientes y debidos a los principios morales y a los intereses de esa patria, de esa Nación, porque si esto se generalizara, no habría Nación y ni patria.

Nadie tiene la necesidad terminal de conservar un empleo, porque sino los millones que los perdieron por las políticas que quieren imponer estos sujetos, hubieran sucumbido para siempre, pero ahí están de nuevo, de pie, luchando por la patria recuperada y la mayoría con muchas menos herramientas y mucho menos capital, que el que poseen estos sujetos. Por todos esto y por muchos más y a sabiendas, que si no empezamos a apartar la paja del trigo, siempre estaremos dando un paso adelante e inmediatamente daremos dos pasos atrás, como hemos hechos durante estos 200 años.

Adhiero a los afiches y a las pancartas, para que algún día estos sujetos, u otros como ellos, no estén más en las pantallas argentinas, porque la patria se construye con patriotas no con cipayos.

Fuente: Agencia Nova