Durante toda la semana no hubo ronda de testigos en el juicio que afrontan cinco represores por crímenes de lesa humanidad. El miércoles el imputado Cattaneo sufrió un episodio coronario agudo, quedó internado y todavía no se tomó ninguna decisión al respecto. En la audiencia de ayer, la querella recusó al Secretario de DDHH del TOF, por sospecha de parcialidad. Los jueces la rechazaron.
El martes se reabre la audiencia con el informe médico sobre la salud del represor.
Durante toda la semana no pasó nada concreto en el juicio contra Menéndez, Cattaneo, Roberto Albornoz y los hermanos De Cándido, acusados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 22 personas en el campo de concentración que funcionaba en la ex Jefatura de Policía.
El fin de semana Alberto Cattaneo, segundo en la cadena de mandos luego de Bussi, durante el ’76 sufrió una descompensación respiratoria que derivó en internación. De esta manera el martes cuando se reabrieron las audiencias, el Tribunal tomó la decisión de concederle 48 horas de reposo como pidió su médico. Todo estaba previsto para que ayer siga la ronda de testigos, pero Cattaneo sufrió una descompensación coronaria aguda y se pasó a un cuarto intermedio hasta el martes.
Sin embargo la audiencia no fue para nada tranquila. Duró más de cinco horas. Antes de que el médico forense de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Raúl Asial, explique el estado de salud del represor, la querellante Laura Figueroa recusó al Secretario de Derechos Humanos del Tribunal Oral Federal, Mariano García Zavalía por tener actitud de parcialidad.
Según la abogada esto se debe a que su cuñado Sánchez Iturbe aparece como agente de servicio en la lista que dio a conocer semanas atrás el ministerio de Justicia de la Nación donde están los nombres de quienes colaboraron con el batallón 611. Además indicó que el hermano de García Zavalía fue militante de Fuerza Republicana.
Toda la querella adhirió al pedido, excepto Mendivil. Otros de los argumentos que dieron para recusarlo son una serie de regularidades, como no haber estado en el Hospital Padilla, tiempo atrás, cuando se trataba de determinar la salud de Bussi, o no haber corroborado si la sangre que le extrajo a Cattaneo recientemente es de él.
El fiscal Terraf defendió a Mariano y aseguró que lo conoce desde hace 17 años y siempre demostró un buen proceder profesional. La defensa tampoco estuvo de acuerdo con lo solicitado por la querella. Por su parte el juez Casas defendió a su colega y aseguró que éste siempre le da toda la información. Finalmente el Tribunal se tomó casi dos horas para debatir y finalmente no aceptó la recusación y recomendó no realizar adjetivaciones.
Luego se lo escuchó al médico forense de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Raúl Asial quien dio los detalles sobre la salud de Cattaneo. Dijo que sufrió una descompensación coronaria aguda que no llegó a ser infarto y explicó que no es posible saber los tiempos de su recuperación. Todo esto, según el análisis que hizo de la historia clínica del represor.
La querella pidió que lo evalúen otros especialistas. Terraf propuso que participe de la revisación el médico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Cristian Rando, quien anteriormente estuvo en Tucumán revisando a Bussi. De esta manera el profesional se entrevistará con Asial, quien podrá contar con la colaboración del Siprosa. Así luego de evaluar los innumerables estudios que desde ayer se le hacen a Cattaneo, brindarán, el martes, en audiencia, todos los detalles sobre la salud del imputado.
Por último el TOF citó a seis testigos para ese día. Si el informe de los médicos dice que Cattaneo está en condiciones de seguir el juicio desde su casa, como lo viene haciendo, se escucharán declaraciones, caso contrario se espera una nueva suspensión.
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