22/04/2010 - En General

Proceso judicial por pederastia a conocido sacerdote chileno

Xavier Armendáriz, jefe de la fiscalía de la zona oriente de Santiago, asumió la investigación judicial por tres denuncias por abusos sexuales presentadas en contra del sacerdote jubilado Fernando Karadima, formador durante décadas de religiosos e incluso de cinco obispos.

El proceso, que estremece a los fieles de la parroquia Sagrado Corazón de El Bosque, entre los más conservadores de este país, quedó a cargo de Armendáriz, quien alcanzó notoriedad cuando procesó y logró condenar, por abusos sexuales contra niños, al senador demócrata cristiano Jorge Lavandero.

Simultáneamente la iglesia avanza una indagación reservada y de acuerdo al derecho canónico en contra del mismo religioso.

El abogado Juan Pablo Hermosilla, quien asumió la defensa de las tres víctimas en el proceso en la justicia civil, informó al vespertino La Segunda que tiene un cuarto caso en estudio.

Hermosilla indicó que sus patrocinados "recurrieron hace bastante tiempo a autoridades de la Iglesia" y ahora presentaron la acción ante la justicia criminal.

El abogado Hermosilla reaccionó molesto ante versiones de la prensa local que descalifican a uno de los denunciantes porque el sacerdote Karadima había oficiado su matrimonio y bautizado a sus hijos.

"No voy a aceptar en este momento que se ponga en el banquillo de los acusados a él. Eso está al filo de la ilegalidad. No es aceptable ni en lo ético ni en lo legal. Son actos de amedrentamiento para evitar que otras posibles víctimas den la cara", dijo Hermosilla.

Por su parte el abogado Juan Pablo Bulnes, defensor de Karadima, informó que el sacerdote Fermín Donoso, de la congregación Holy Cross, asumió la investigación del caso hacia el interior de la iglesia y encabeza la indagación desde septiembre del 2009.

Según Bulnes, el inicio del proceso en la justicia civil en contra de Karadima "va a permitir más transparencia, claridad y quizás más prontitud".

Bulnes agregó que Karadima le aseguró que él "no ha incurrido en ninguna de esas faltas".

También aseguró que la salud de Karadima es muy delicada, pues fue operado del corazón hace un año y medio.

Andrés Sochting, otro seguidor de Karadima, defendió públicamente la conducta del sacerdote y admitió que renunció a sumarse a la acción judicial en su contra.

Sochting contó que los cuatro denunciantes, cuyas identidades no se conocen, participaron activamente en el movimiento de acción católica y trabajaron con Karadima como acólitos.