El abuso de medicamentos es la segunda causa de intoxicación atendida en hospitales, después de la ingesta de alcohol y por encima de la cocaína y del paco, por lo que los especialistas advierten la necesidad de un cambio cultural en la sociedad para revertir esta tendencia.
Irresponsabilidad social
"Hay un mandato instalado en la sociedad de que una pastilla soluciona
cualquier dolencia y este mensaje es impulsado en forma indirecta por
los propios médicos, en menor medida por los farmacéuticos y en mayor
parte por la publicidad de los medicamentos", dijo Carlos Damin,
profesor de Toxicología de la facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires (UBA).
El profesional habló durante un debate
sobre uso racional de medicamentos que organizó la Confederación
Farmacéutica Argentina (COFA), en el marco del seguimiento de la
aplicación de la ley 26.567, que dispone que los remedios sólo pueden
ser dispensados en farmacias.
Damin, quien también es jefe del
servicio de Toxicología del Hospital Fernández, dijo que en ese centro
sanitario porteño se atendieron durante el año pasado 2.182 casos
graves de intoxicación.
De esa cifra, el 53% (1.157) de casos
fueron por exceso de alcohol y unos 300 por el consumo abusivo de
medicamentos, especialmente psicotrópicos como las benzodiazepinas,
mientras que la ingesta de cocaína superó apenas los 100 casos y por el
"paco" atendieron a 82 personas.
Si bien la ley 26.567
-sancionada en noviembre de 2009- autoriza sólo a las farmacias a
dispensar medicamentos y es un paso en pos de limitar su abuso, "es
necesario un cambio cultural en la sociedad ya que los kiosqueros dicen
que venden remedios porque la gente se los pide", explicó.
Según
Damín, uno de los factores que incide en la gran demanda de remedios
son los propios médicos, quienes "deben atender un paciente cada siete
minutos en su consultorio para hacer una mayor diferencia económica,
por lo que en muchos casos prescriben un medicamento sin conocer la
patología que trae el paciente".
El jefe de toxicología del
Fernández recalcó que otro factor "son los laboratorios, que presionan
a muchos médicos para que prescriban un determinado medicamento,
mientras que la publicidad directamente llama a consumir masivamente
remedios porque consideran a esa droga como un bien de mercado y no un
bien social".
Damín contó que es frecuente ver en el hospital
"a muchas personas que se intoxicaron porque consumían un antibiótico
para bajar la fiebre o a muchos jóvenes de 21 años que ingieren
sildenafil (viagra) luego de haber tomado alcohol".
"Es algo muy
frecuente ver también intoxicaciones por psicofármacos asociados al
alcohol", dijo el médico y destacó que en este cambio cultural "el rol
de los medios de comunicación es muy importante para que se conviertan
en promotores de salud, remarcando hábitos de higiene y alimentación".
Eda
Villamil, jefa de la cátedra de toxicología de la Facultad de Farmacia
de la UBA, advirtió que "incluso los medicamentos de venta libre como
el paracetamol deben venderse en farmacias, ya que el profesional
farmacéutico tiene que señalar al consumidor la dosis necesaria para
aliviar un dolor de cabeza".
"Es frecuente ver intoxicaciones
por sobredosis de paracetamol en los hospitales", ya que según la FDA
(órgano de control de drogas y alimentos y Estados Unidos) más de 4
gramos diarios pueden conducir a un colapso hepático.
Los
medicamentos "catalogados como de venta libre para aliviar dolencias
menores, cuando se los utiliza en forma abusiva causan daño", advirtió
la experta.
Villamil manifestó que la falsificación de
remedios "contribuye a provocar intoxicaciones" y aportó un dato
estadístico: "de los 400 millones de medicamentos en circulación, 27
son falsificados o no respetan las dosis correspondientes".
Según
Mario Castelli, asesor de la COFA, "la industria farmacéutica quiere
vender y le da lo mismo dónde se expende el medicamento, es la sociedad
la que tiene que poner las pautas.
Necesitamos hacer una
autocrítica sobre los lugares en donde compramos los remedios, ya que
ninguno es inocuo, son un veneno que mal utilizado hace daño", apuntó.
Raquel
Méndez, jefa de Fiscalización de Psicotrópicos de la Administración
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) reveló que en
el caso del clonazepam (de la famlia de las benzodiazepinas, utilizado
contra la ansiedad ya que deprime el sistema nervioso central), la
industria farmacéutica "pide cada vez un mayor cupo para ponerlo en el
mercado".
"Desde el ANMAT entonces nos preguntamos si hay
tantos pacientes en la Argentina que necesitan este remedio", planteó
Méndez, sin precisar cifras sobre los cupos solicitados.
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