El presidente Evo Morales invocó la producción de alimentos ecológicos, en línea con la cultura alimentaria de pueblos indígenas ancestrales y en contraposición a la industria de alimentos transgénicos e insuflados en base de hormonas sintéticas y químicos, tales como la bebida gaseosa Coca Cola, uno de los emblemas del sistema capitalista, al inaugurar el martes en Bolivia la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climáticos y la Madre Tierra (CMPCC).
"Hay que comer quinua", grano andino que fructifica en los Andes sudamericanos, de alto valor proteínico y vitamínico. "Las últimas semanas hemos escuchados decir a la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación). la quinua es el mejor alimento del mundo", afirmó el gobernante que representó, asimismo, el valor curativo de infusiones de plantas con que los indios de los Andes combaten sus males corporales, ante 20.000 representantes de indígenas, ecologistas y movimientos sociales congregados en la ciudad boliviana de Tiquipaya.
"Hermanos, hermanas del oriente del occidente, saben
exactamente cómo nos curamos con mates, por supuesto mate de coca, de
manzanilla, de wira wira, son los mejores medicamentos que tienen los
pueblos indígenas originarias", dijo al rechazar fármacos en base de
principios activos sintéticos que se han insertado en la cultura
curativa nativa llegados de occidente y sin denostar a la medicina
científica propiamente dicha.
"Cuando duele la cabeza qué hace la medicina occidental, nos trae un
Alkaseltzer (analgésico y febrífugo en base de ácido acetil
salicílico), y este medicamento occidental, bien, cura el dolor de
cabeza pero genera otro dolor en el estómago. Esta medicina occidental
compone una cosa pero descompone dos en nuestro cuerpo humano", hizo
notar en una alocución de casi una hora en que denunció el efecto
químico de aguas carbonatadas que contienen sustancias químicas capaces
incluso de destapar residuos consolidados en las alcantarillas.
"Algo que me llamó mucho la atención de la Coca Cola, todos tomamos
Coca Cola, lamentablemente, pero les cuento una anécdota: cuando se tapa
la tasa del baño (inodoro), ¿qué es lo que hacemos?: llamar al plomero,
al experto para destapar la tasa del baño, sin embargo el plomero, con
sus diferentes instrumentos no puede resolver (en taponamiento), y nos
pide, 'dame 5 bolivianos, 8 bolivianos'. ¿Para qué?, para comprar Coca
Cola, compra la Coca Cola y hecha (vierte) en la tasa del baño, pasa
minutos, y ya está destapada la tasa del baño", refirió.
Morales también lanzó una dura crítica contra la producción de
alimentos manipulados genéticamente y con la subvención de gobiernos de
Europa y, principalmente, Estados Unidos.
"Usan combustible y químicos para producir transgénicos, pero
resulta que esos transgénicos deben servir para comer y comer, pero no
sirven para alimentarse, ésa es una profunda diferencia que tenemos
también con el occidente y con los modelos desarrollistas o de
modernización", dijo al denostar la producción agroindustrial de
tubérculos que, producidos en forma natural en Latinoamérica sirvieron
para aplacar las hambrunas en Europa, los siglos XVI y XVII.
"Sólo podemos poner dos ejemplos: la papa holandesa y la papa
originaria nativa. La papa holandesa puede producir en tres meses,
cuatro veces al año, esa papa holandesa con seguridad tendrá hormonas de
pescado y de papa, son grandes, son hermosas, por supuesto, pero esas
papas, yo quiero decirles, no es como para alimentarse, mientras que la
papa originaria, saben los hermanos, la llamada papa imilla, la papa
llokalla (designaciones criollas) es tan sabrosa" y posee atributos
nutritivos, garantizó.
El mandatario boliviano, a cuya iniciativa se celebra en Bolivia la
CMPCC, que busca el recorte de las emisiones globales y, por sumatoria,
la reducción del calentamiento global, advirtió, asimismo, los efectos
contrarios a la salud humana que provoca el consumo de la carne de
pollo, crecido en base de descargas hormonales, tales como la
progesterona.
"Cuando hablamos del pollo, el pollo que comemos, está cargado de
hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen
desviaciones en su ser como hombre", entre otras deficiencias, tales
como la calvicie prematura, como así aceleraciones irregulares en el
metabolismo en las mujeres al nacer a la vida reproductiva.
Esto puede advertirse en Europa, dijo el gobernante adalid de la
defensa de los derechos de la Madre Tierra o Pachamama.
"La calvicie que parece normal es una enfermedad en Europa, casi
todos son calvos, y esto es por las cosas que comen, mientras que en los
pueblos indígenas no hay calvos, porque no comemos otras cosas", notó.
Morales, un aymara de 50 años y de nutrida cabellera, que dijo
rechazar sistemáticamente la ingesta de carne de pollo producida a
escala industrial, pidió también eludir el uso de envases de plástico
desechables que, convertidos en basura, degradan el ecosistema.
Luego de representar, a momentos en tono de guasa, las enfermedades
que provoca la ingestión de alimentos manipulados desde su propia
genética, pidió rectificar los usos culturales y sujetarlos a los
saberes ancestrales de los pueblos originarios del planeta,
representados en la CMPCC que se materializó en la población subandina
de Tiquipaya.
"Estamos reunidos acá para recuperar, revalorizar la vivencia de los
movimientos sociales del mundo, pero especialmente el movimiento
indígena originario, como una verdadera alternativa a los modelos de
desarrollo.
Como vengo de este sector importante quiero aprovechar la vivencia de
nuestros antepasados, la vivencia, la experiencia sobre la vida, la
tierra, más conocida en Bolivia como Pachamama, o por los científicos,
para los historiadores, sociólogos, antropólogos, el planeta Tierra",
arengó.
El jefe de Estado boliviano subrayó la filosofía que encierra la
cultura de la Pachamama y que se contrapone en rotundo a la que postula
el sistema capitalista de enriquecimiento a toda costa.
Entonces, "llego a la conclusión que el capitalismo secuestra la
Madre Tierra para saquear sus recursos, para explotar a sus hijos,
hijas, para envenenar a sus ríos y lagos.(..) El capitalismo es el
primer enemigo de la humanidad (..) es sinónimo de inanición, de
desigualdad, de la destrucción del planeta tierra", afirmó.
En cambio, la doctrina ancestral comunitaria dicta que "el hombre y
la mujer es parte de la tierra, de ella venimos y a ella volvemos cuando
morimos, por eso no se puede vender la tierra", postuló.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff