19/04/2010 - en general

CLADEM-Tucumán se mostró en contra de un proyecto que declara al útero como "ambiente protegido"

“El 3 de marzo el Diputado Nacional por Santiago del Estero, Cristian Rodolfo Oliva, presentó un proyecto de ley por el cual pretende declarar al útero y los órganos reproductivos de la mujer “ambiente protegido”, desconociendo el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos, considerando, aparentemente, al aparato reproductor femenino como ente autónomo”, sostiene el Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de la mujer en Tucumán

Acompañaron el proyecto con su firma los diputados José Alberto Herrera, Mirta Ameliana Pastoriza, Daniel Agustín Brue, Jorge Raúl Pérez y Ana Zulema Luna de Marco, todos ellos santiagueños del partido político Frente Cívico.

Este proyecto de ley nos imagina como fábrica de niños y niñas para poblar el país y  continúa con la falsa creencia de que toda mujer logra  su realización personal cuando concibe una vida. Ignora que son también realizaciones nuestras los avances en todos los campos, sociales, culturales, económicos y políticos y los aportes que cada día realizamos desde los lugares y espacios que ocupamos y decidimos ocupar, incluso desde la maternidad, para desencanto del diputado. La maternidad no es un destino, es una elección. Del mismo modo que lo es la paternidad.

“La mamá lleva consigo un ser que debe proteger”, cita el autor de la ley. Preguntamos ¿no debe protegerse ella también? ¿De qué modo se establece la jerarquía de derechos? Se habla de “derecho a la vida”, pero ¿derecho a la vida de quién?

“La vida es algo serio y no un paseo que se puede hacer sin reglas y sin precauciones”, continúa el Diputado Oliva, nosotras nos preguntamos: ¿quién impone las reglas? Volvemos a encontrarnos con la respuesta de hace siglos: Un estado heterosexista, patriarcal y misógino, en el que las mujeres y sus cuerpos son solo objeto de leyes, nunca sujetas de acción en goce y ejercicio pleno de sus derechos.

Los argumentos que presenta el señor diputado carecen de fundamentación científica, y no se encuentran libres de prejuicios religiosos. Necesitamos un estado laico, ¿cómo es posible que aún, en el año 2010, se pretenda legislar en nombre de un dios? Legisladores/as y funcionarios/as públicos/as no están en sus puestos a título personal, deben responder al interés público, es decir, al de todos y todas.

Sería interesante que el señor diputado revise los indicadores vinculados con el embarazo, parto y puerperio en su provincia. La mortalidad materna duplica la tasa nacional. En la provincia hay un aborto registrado por cada cuatro nacimientos. Las muertes de mujeres  son la consecuencia de leyes como la que presenta el legislador, leyes dirigidas al útero. El útero es un órgano de las mujeres que, como el hígado, no decide, no piensa, no interpreta. Las mujeres si.

Mientras tanto, a las mujeres se nos niega la posibilidad de informarnos y educarnos, ya que no se implementa en provincias, como Santiago del Estero, la Ley Nacional de Educación Sexual Integral (para su información Nº 26150); se nos niega la posibilidad de decidir y controlar nuestra fertilidad porque no se aplica debidamente la ley de salud sexual y reproductiva; y finalmente, nos niegan el derecho a la vida y a la salud cuando nos exponen a prácticas clandestinas y peligrosas porque decidimos interrumpir un embarazo no deseado.

Señor Diputado, nos preguntamos ¿qué piensa cuando mira la realidad de todas esas mujeres que mueren a causa de aborto clandestino, o que quedan incapacitadas para quedar embarazas cuando ellas así lo decidan, por prácticas llevadas a cabo en malas condiciones?, Sr. Diputado, ¿cómo hace para no ver a todas esas niñas violadas por parientes, educadores, sacerdotes, y otros profesionales de la pedofilia criar a su hijo-hermano o a su prima-hija a la temprana edad de 12 años?,

Señor diputado, somos muchas y estamos extremadamente preocupadas y en estado de alerta. Históricamente nos arrebataron nuestros derechos, opinaron sobre nuestros cuerpos, nos marcaron, nos oprimieron, nos tratan como incubadoras y “responsables de la procreación humana”. Con el respeto que merece su investidura, le sugerimos que primeramente pueda pensar en legislar sobre la conducta sexual de los varones y el aparato reproductor de los mismos, a fin de evitar los embarazos no deseados productos de las violaciones y la irresponsabilidad masculina en el no uso de profilacticos, etc.

Sabemos que Ud. y sus colegas que lo han acompañado en el proyecto, podrán comprender estos argumentos y desistirán de continuar con el mismo.

Adriana Guerrero, desde CLADEM - Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de la mujer

Cruzadas - Tucumán