El canciller Celso Amorim reiteró que Brasil no concuerda con la imposición de sanciones políticas o económicas contra Irán para resolver la polémica en torno del proyecto nuclear de ese país.
Si las sanciones son débiles, no tendrán efecto e Irán continuará conviviendo con las mismas, y si son duras, afectarán a la población iraní más vulnerable, explicó el canciller.
"Brasil no cree que las sanciones funcionen.
En vez de debilitar las personas que están en el poder, en general (la
sanciones) las fortalecen", explicó el ministro de Relaciones Exteriores
al detallar la posición brasileña ante las presiones internacionales
por nuevas sanciones a Irán.
Estados Unidos impulsa una campaña
para convencer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para
imponer nuevas sanciones contra la república islámica.
Al
tiempo, incentiva a otros países a adoptar sanciones multilaterales en
un intento de interrumpir el presunto avance iraní rumbo al
enriquecimiento de uranio.
Según Amorim, si el Consejo de
Seguridad de la ONU determina nuevas sanciones contra Irán, Brasil
seguirá la determinación.
"Es necesario ser muy claros en relación a eso: Brasil no deja de cumplir las sanciones determinadas por el Consejo", completó el canciller, según consignó la Agencia Brasil.
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