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Regresó Juan Peruggia

"Todos contra Juan", la serie ideada y protagonizada por Gastón Pauls que en 2009 fue uno de los grandes hallazgos de la TV a través de América, alcanzó la noche del jueves por Telefé, en el lanzamiento de su segunda temporada, un rating que la medidora Ibope estimó en 13.8.

La original idea que innovó a la ficción televisiva, propone de la mano de esta mudanza que "forzó" un segundo año y la llevó a una pantalla más caliente, ahondar en las andanzas de Juan Perugia (Pauls), el actor que no se resigna a haber perdido los favores del público tras haber integrado el elenco de una tira juvenil en los 90.

Continuando con el formato de un documental de vida aderezado con situaciones "reales", la lograda propuesta generada por la productora Rosstoc mostró como la nueva vida de Juan, alejada de la locura por el reconocimiento, no logra liberarse de ese estigma.

Un forzado encuentro con Claudio Villarruel (hilarante en la piel del productor televisivo que es y con un oído absoluto del que carece), empuja al protagonista a querer hacer una segunda parte de aquella juvenilia, pero el nuevo fracaso en su intento no hizo más que proyectarlo a nuevas aventuras.

Con la meta puesta en llegar a la meca del cine (en un momento de tierna intimidad Juan le muestra a su pareja Luz, a cargo de Mercedes Oviedo, una carpeta que atesora desde niño y que tituló "Mi camino a Hollywood"), el nuevo desafío al que lo empuja su admirador y amigo Tony (Sebastián De Caro) es tener una productora propia que le allane ese tránsito.

Antes y durante el desarrollo del capítulo del regreso, la trama que constituye una lúcida crítica a la fauna televisiva y a sus códigos y valores, continuó sacándole punta a una comicidad inteligente que habrá que ver cómo se liga a la estética menos sutil que impera en Telefé.

La defensa intelectual de las "segundas partes" de filmes, las participaciones de Pablo Echarri y Nancy Duplaá y la tragicómica situación de que Perugia no es reconocido por su paso en TV sino porque es la cara de la sota de copa en los naipes, redondeó el menú de un espacio que cambió de señal pudiendo sostener los modos y los logros de su estilo.