14/04/2010 - En General

Mucha sal y mala alimentación aumentan enfermedad de riñón

Las enfermedades del riñón se están volviendo más frecuentes en el mundo a causa de la diabetes y la hipertensión, y evitarlas depende de disminuir el consumo de sal y la mala alimentación, afirmó el presidente de la Sociedad Internacional de Nefrología.

"La diabetes y la hipertensión son las dos causas más frecuentes de incremento de enfermedades renales en todo el mundo, y somos concientes de que si detectamos tempranamente estas fallas del riñón, podemos evitar la insuficiencia renal crónica en los pacientes”, dijo a Télam el nefrólogo británico John Feehally.

El médico integra el comité de expertos renales del Ministerio de Salud del Reino Unido e investiga las enfermedades inmuno-renales, especialmente la Nefropatía por IgA o enfermedad de Berger, que es un trastorno renal caracterizado por la presencia de sangre en la orina.

El tema de su investigación convocó ayer a especialistas locales a una conferencia en el Hospital Británico, en el barrio porteño de Parque Patricios.   

"El problema es la excesiva alimentación y los malos hábitos alimentarios”, enfatizó Feehally, cuyo desempeño clínico es el transplante renal y la Glomerulonefritis, una inflamación del glomérulo, que es la estructura anatómica del riñón encargada de la función de filtración del plasma sanguíneo.

Feehally hace además investigación epidemiológica y clínica sobre las variaciones étnicas en las enfermedades renales.

El médico consideró "fundamental detectar a tiempo y evitar una falla completa del riñón, porque las únicas soluciones que hay son el transplante renal o la diálisis, que son extremadamente costosas, complicadas y muy molestas para el paciente”.

Evitar las fallas total del riñón es tan sencillo como "controlar la diabetes y la tensión con simples exámenes de sangre y orina”.

Feehally comentó que "la diabetes se está incrementando por malos hábitos de alimentación y lo llamativo es que está creciendo más en los países en desarrollo que en el mundo desarrollado, por la adaptación de la dieta occidental a otro tipo de culturas, como la india o la filipina”. (Télam)