El presidente uruguayo, José Mujica, desistió finalmente de presentar un proyecto para beneficiar a los represores mayores de 70 años, resistido por sectores de la alianza de izquierda Frente Amplio, pero llamó a un nuevo "relacionamiento" con los militares, a quienes atribuyó el rol de "garantes de la institucionalidad democrática".
Mujica anunció el cambio de postura sobre su iniciativa a los diputados del Frente Amplio con quienes se reunió ayer durante varias horas, con quienes habló sobre las Fuerzas Armadas y la necesidad de profundizar un acercamiento de la izquierda con ese sector.
Anibal Pereira, vocero de los diputados,
comunicó la decisión
de Mujica e informó que en la reunión se analizó el "papel de
las fuerzas armadas en un gobierno de izquierda", su rol
estratégico y su inserción social.
"No hay proyecto", declaró
Pereira, quien destacó el clima de
consenso en la reunión con Mujica.
El presidente "planteó
claramente que ese proyecto no lo va a
presentar", añadió el diputado, para quien no hubo "marcha
atrás" porque Mujica sigue en la línea de la "unidad", señaló.
La
idea original se enmarcaba en un plan general de
"desgestionamiento" del sistema carcelario que planteaba la
prisión domiciliaria a los reclusos septuagenarios, incluidos
represores, punto rechazado por dirigentes de derechos humanos y
varios sectores del oficialismo.
Por unas tres horas Mujica,
quien realizó una intervención
inicial, debatió con la bancada oficialista sobre las Fuerzas
Armadas desde el punto de vista de los derechos humanos mientras
también se abordó el déficit presupuestario de las tres armas.
Mujica completó su defensa de los militares en su espacio
radial "Habla el presidente", en el que consideró que los
uniformados, por los hechos del pasado, a menudo son "dejados a
un costado, como un perro peligroso" pero son "la gran garantía"
para la estabilidad institucional, aseveró.
"La gran garantía es
que los cuerpos armados, en la hora de
las tensiones sociales, defiendan la estabilidad institucional
que no permitan alinearse atrás de aventuras golpistas", dijo el
mandatario.
El llamamiento se da en momentos en que la Mesa
Política del
Frente decidió por otra parte crear una comisión para consensuar
un proyecto único para "eliminar" del ordenamiento jurídico la
Ley de Caducidad que mayormente amnistió a los represores de la
dictadura (1973-1985).
Mujica sostuvo hoy en ese sentido que no
va a interponer
ningún veto ni censurar la posición que emerja eventualmente del
Parlamento aunque, según el sitio El Espectador, consideró al
debate saldado tras dos plebiscitos en 1989 y el año pasado, que
avalaron la cuestionada ley.
Ex guerrillero tupamaro encarcelado
más de una década en
brutales condiciones por el régimen de facto, Mujica planteó
también el lunes en un encuentro con sus ministros la "imperiosa
necesidad" de "un cambio de actitud" para mejorar el
"relacionamiento" con los militares.
"La izquierda tiene un
problema de comprensión para con las
Fuerzas Armadas y la Policía, por ello es imprescindible crear
una nueva cultura al respecto", dijo Mujica, que ayer avanzó en
sus planteos con los diputados.
A pocos días de iniciar su gobierno el 1ro. de marzo, Mujica se reunió con más de 300 militares, incluidos los jefes de las tres armas, y realizó un llamado a la unidad nacional aunque aclaró que la reconciliación no equivale a poner "punto final" sobre lo sucedido en el régimen de facto.
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