Indigentes en sus propuestas y ganas de jugar al fútbol. No hicieron mucho más de lo que dice el lugar que tienen en la tabla, aún con ese aliento subsidiado por el amor y la pasión de miles de hinchas, que bajaba de las tribunas. Empataron 0 a 0 en un discreto partido, correspondiente a una fecha del Clausura 2010.
Decanos y millonarios juntaron el hambre y las ganas de comer.
Un Monumental repleto de hinchas que llegaron para alentar a Atlético Tucumán y River Plate que se enfrentaban por la fecha 14 del Torneo del Bicentenario Iveco Clausura 2010. Mucho título para tan pobres espectáculos que brindan los equipos que participan.
Así lo demostraron ayer Atlético Tucumán y River Plate. Las formaciones que ingresaron al inicio hacia prever un partido donde ambos protagonistas buscarían vulnerar el arco rival. Pobres , sino les da el cuero y no tienen con qué. Sólo el nombre nada más, porque el fútbol como juego de picardía , habilidades y estrategias les quedó grande, sobretodo en el primer tiempo.
Los carrileros decanos no funcionaron ni por izquierda ni por derecha, y la pelota era recuperada más por la visita que por el local. Pereyra solo, Gigliotti y Escobar desacoplados tampoco inquietaban a los defensores riverplatenses. La defensa decana tranquila puesto que los delanteros rivales solo buscaban de afuera y cuando llegaban más adentro eran ineficaces. River Plate mostraba algo parecido a Atlético, solo Ortega y Abelairas intentaban jugar verticalmente, mientras que sus mediocampistas con el entusiasmo y las corridas se bastaban para desbaratar todos los intentos del local por el sector. Un primer tiempo que finalizó con un justo 0 a 0, por lo poco y nada que demostraron ambos. El espectáculo solo estuvo en las tribunas.
Hinchas que llegaron con ambas camisetas , miraban desconcertados la pobreza futbolística que habían presenciado en esos primeros 45 minutos de juego. Ninguno de sus equipos justificó tanto amor por ellos.
Mario Gómez puso en el arranque del periodo final a Montiglio por Fabio Escobar-anoche ausente- y a Musto por Drocco-también en otra cosa-, y así consiguió mayor volumen de juego en el medio. A los 4 Mauro Díaz envió la pelota afuera , desde una posición inmejorable para derrotar al seguro Ischuk. A los 10 Gigliotti-ayer con buen trabajo- también desvió un remate.
Sobre los 12 Luis Miguel Rodríguez- reemplazó a Barone- le cambió la actitud al equipo que se animó a mas y, talvez se dio cuenta que el triunfo ante este pálido River era posible. Pero fue eso no más, solo entusiasmo y mayor actitud porque la ineficacia siguió presente. Que pobreza de equipos había en la cancha. Solo algunos destellos de Ariel Ortega, el Pulguita, Mauro Díaz, Pereyra Pero eso no alcanzó para que se rompiera el merecido 0.
Al final se arrimaron un poco más los dirigidos por el técnico (¿?) Astrada y el Burrito tuvo dos situaciones claras frente a Ischuk y no pudo, al igual que Díaz, Pereyra, Gigliotti y el partido finalizó empatado en todo. En cero gol, en cero fútbol, en cero aptitud como equipos y en cero espectáculo.
Daniel A. Villalba
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