A 63 días del inicio del Mundial Sudáfrica, son varios los futbolistas que lo jugarán por primera vez.Nkufo, nacido en el Zaire hace 36 años es uno de ellos.
A lo largo de sus 17 años de trayectoria como profesional, Blaise Nkufo ha recorrido mucho mundo. Después de pasar por nueve clubes diferentes en diez años, el delantero encontró hace siete temporadas un destino en el que pudo sentar por fin la cabeza: el Twente de Enschede.
Tras jugar en Suiza, Qatar y Alemania, Nkufo llegó en 2003 a la máxima categoría del fútbol holandés, donde ha encontrado un nuevo hogar. Desde que decidió dejar el Hanóver alemán para mudarse al país vecino, este ariete nacido en Kinshasa (RD del Congo) no sólo se ha ganado el corazón de los aficionados del actual líder de la Eredivisie, sino que se ha convertido en el máximo goleador de la historia del club.
“En Suiza, muchas veces no eran conscientes de mi auténtica capacidad. Cuando me fui a la segunda división alemana se me interpretó mal. Se trataba de un trampolín para jugar en la Bundesliga, que era mi objetivo último. Al final acabé yéndome a Holanda, donde conseguí un reconocimiento acorde con mi rendimiento”, rememora para FIFA.com, repasando aquellos momentos complicados.
Los primeros años de la infancia de Nkufo también fueron difíciles. El ariete nació en la antigua Zaire en mayo de 1975. Con siete años, su familia se vio obligada a huir a Suiza por la difícil situación imperante en su país natal. En tierras helvéticas encontrarían un nuevo hogar.
A partir de entonces, las cosas empezaron a marchar mejor para el 29 veces internacional. En Lausana completó la educación secundaria y se convirtió a los 20 años en ciudadano suizo, lo que le permitió vestir la elástica del combinado nacional helvético.
El delantero de origen congoleño debutó con la selección suiza en septiembre de 2000, aunque dos años más tarde renunció al combinado nacional por diferencias con el entonces seleccionador, Jakob Köbi Kuhn. Nkufo estuvo alejado de la selección durante más de cinco años, por lo que se perdió la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006, en la que sus compañeros alcanzaron los octavos de final.
Con el Twente llegó el cambio
“El Twente me ayudó después de pasarlo mal con la selección. Trabajé mucho para volver”, relata sonriente al recordar el comienzo del nuevo milenio.
El ariete regresó al equipo de Kuhn en agosto de 2007 y se convirtió en una de las piezas clave del cuadro helvético. Sin embargo, el delantero y padre de dos hijos no pudo disputar la Eurocopa 2008, que se celebró en su país. Una lesión le impidió estar ante su público, por lo que el principal objetivo del jugador actualmente es participar en la Copa Mundial de la FIFA 2010, que comienza en Sudáfrica en junio. La cita sudafricana significaría para este poderoso atacante su primera participación en un gran certamen.
Al parecer, sólo una nueva lesión podría evitar que Nkufo dispute el certamen. Su rendimiento con su club ha sido excelente en los últimos años, y las cosas también marchan estupendamente para él en la selección que entrena el alemán Ottmar Hitzfeld.
Respeto mutuo
El técnico que triunfó en los banquillos de Borussia Dortmund y Bayern de Múnich confía en las cualidades del jugador más veterano del combinado helvético. El ariete participó en los diez partidos de la competición preliminar para la cita sudafricana y contribuyó con cinco goles a la clasificación de Suiza. “Se trata de un jugador con clase, que sabe lo que hace. No es una persona desconfiada, pero es prudente y discreto”, aseguró Hitzfeld en referencia a Nkufo después de hacerse cargo del combinado suizo.
El sentimiento de respeto y admiración es mutuo, y Nkufo no duda en mostrar su reconocimiento por el trabajo que ha llevado a cabo hasta ahora el técnico alemán: “Nos ha dejado bien claro cuáles son sus intenciones tácticas y técnicas. Su lema es muy sencillo: en fútbol, el movimiento se demuestra andando. Da oportunidades a nuevos jugadores y quiere fomentar la competencia para que el equipo sea más competitivo. Insiste en que formar parte de la selección depende del rendimiento de cada uno en su club”, declaró el ariete acerca de su seleccionador a FIFA.com.
Ídolo en Holanda
Si lo que cuenta es el rendimiento con el club, Nkufo puede estar tranquilo en lo que se refiere a su estatus en la selección suiza. El ariete lleva varios años en un excelente estado de forma y ha contribuido de forma notable a los éxitos de su equipo, tanto a escala nacional como internacional.
Las cosas no podrían marchar mejor para el delantero suizo y su club esta temporada en la liga holandesa. A falta de cuatro jornadas para el final de la campaña, el conjunto de Enschede es líder con cuatro puntos de ventaja sobre el Ajax de Ámsterdam y camina firme hacia su primer título desde la Copa que ganó en 2001 y su primer campeonato de liga desde 1926, cuando el Twente de Enschede todavía se llamaba Sportclub Enschede.
Nkufo ha contribuido a la buena temporada de su equipo con once goles en 28 partidos y el pasado fin de semana marcó en la victoria por 2-0 que el Twente logró en casa del VVV Venlo. En total, el internacional helvético ha logrado con su club la increíble cifra de 112 goles, lo que en agosto del año pasado le permitió superar al ex internacional holandés Jan Jeuring como máximo goleador de la historia del Twente.
A pesar de todo, Nkufo pondrá fin a su etapa en Holanda después de la cita mundialista y volverá a hacer las maletas camino de un nuevo club. El suizo se va a Estados Unidos. En marzo firmó un contrato con el Seattle Sounders de la Major League Soccer y emprenderá su última gran aventura como jugador en un club en el que compartirá vestuario con históricos como el portero Kasey Keller y el centrocampista Freddie Ljungberg.
Fuente FIFA.
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