En esta semana que acaba de terminar, tuve la suerte de compartir varios días con Ángel Cabrera, a pocas horas de que el Pato defienda su título en el Masters de Augusta.
Con la comodidad que le brinda la casa que alquiló en Houston, en el country Fall Creek, a cinco minutos del Redstone Country Club, charlamos un buen rato acerca del Masters y todo lo que siente y piensa que vivirá en esta semana tan especial.
Asado de por medio y sentados en el quincho encontré a un jugador confiado en sus condiciones, pero preocupado por un putter que no está funcionando como él quisiera, justo en un momento tan importante como este.
Pato, faltan pocos días para que defiendas tu título en el Masters, ¿estás ansioso? ¿cuáles son tus sensaciones?
Trato de no pensar mucho en eso porque cuando llegue el lunes, ya se va a sentir la presión y todo lo que pasa cuando llegás a defender un título. Ya me pasó con el US Open y creo que será duro hasta el jueves, aunque por suerte vuelve Tiger y eso va a apuntar la expectativa hacia otro lado. Pero trato de concentrarme en el día a día.
Volviendo al Masters del año pasado,¿ cuál es tu recuerdo favorito? Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza?
La verdad que son muchos los recuerdos, pero si tengo que elegir uno seguro que me quedo con el momento en que Trevor Immelman me puso el saco verde. Pasaron muchas cosas, pegué muy buenos tiros toda la semana, hice muchos birdies, emboqué algunos putts claves, pero todo eso lo vivía en medio del torneo y en momentos en que no pensaba mucho. Una vez que gané, ya caí y entonces estar sentado allí en la entrega de premios y que dijeran mi nombre como ganador y luego calzarme el saco es increíble, cada vez que lo veo en algún video, me emociono.
¿Es otra la mentalidad para afrontar un torneo como este? ya sos un múltiple ganador de Majors y debés afrontar esto con otra confianza.
Yo creo que te quita presión saber que ya ganaste y que se puede volver a ganar. Cuando gané el US Open en Oakmont llegaba en un momento que no estaba jugando bien, pero tuve una gran semana. Después me costó mucho recuperar mi juego porque fue un peso muy grande y me costó asimilarlo. Llegué a pensar que había sido casualidad, pero el año pasado cuando gané el Masters, me di cuenta que no habia sido así, que todo el trabajo de tantos años había valido la pena y que tengo que seguir trabajando porque puedo ganar muchos más.
Se habló mucho de la Comida de los Campeones, de cuál será el menu, quiénes van a estar.., ¿qué expectativa te genera?
Estar sentado al lado de Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Gary Player, Phil Mickelson y Tiger por supuesto, que han sido los mejores jugadores de la historia del golf, es algo muy especial. En cuanto a la comida seguro que no voy a quedar mal y creo que van a disfrutar mucho de un buen asado argentino.
¿En qué etapa de tu juego estás? ¿te sentís conforme con el momento en el que llegás a esta defensa del título?
No estoy jugando bien el putter, me está costando embocarla y eso me saca de juego, me desespera, me hace pegar malos golpes. Te podría decir que estoy en un momento que no me siento ni muy bien ni muy mal, asi que depende de ese golpe de suerte que de pronto te hace cambiar el tono de una vuelta y hasta de un torneo. Espero encontrarlo de nuevo en Augusta.
Se te nota más contento en Estados Unidos, se ve que te encontrás más comodo y creo que el hecho de haber encontrado a Charlie Epps y tener en Houston un lugar fijo donde poder estar, hace que hayas encontrado definitivamente tu lugar en el golf, ¿es así?
Sí, la verdad que antes me costaba mucho venir aca, la gente es bastante fría, pero ahora me cuesta ir a Europa, ya son 20 años que viajo y cada vez que voy a Europa me cuesta mucho recuperarme de los viajes. Acá es todo mas fácil, está todo mejor armado y muy bien organizado, me acostumbré y como decís vos, el hecho de estar con Charlie hace que se me faciliten las cosas, sobre todo fuera de la cancha.
La charla continuó por otros caminos, mientras mirábamos un partido de fútbol de la Champions League. De todas maneras por su cabeza siempre ronda la idea de lo que vivirá esta semana.”Viste que Tiger ya está practicando desde la semana pasada en Augusta“, comentaba a la pasada.
El Pato compartirá estos días en la casa que alquila desde hace varios años a diez minutos de Augusta National, junto a su hijo Ángel, quien le hará de caddie y con su grupo de trabajo.
Como quedó eliminado del Shell Houston Open en el corte del sábado, el domingo ya partió hacia esta pequeña ciudad en el estado de Georgia, donde lo esperaba un Mercedes Benz (auto oficial del Masters) con un amplio baúl para guardar la valija donde lleva el saco verde, ese con el que sueña no tener que ponérselo a nadie y llevárselo nuevamente a Córdoba.
Gentileza Marcos Virasoro
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