El golf es uno de los pocos deportes que tiene la gran chance de realizar acciones de beneficencia que agrupan en una misma cancha, o en este caso en una misma mesa, tanto a los profesionales como a los aficionados. Y cuando estas están organizadas con mucha dedicación y esfuerzo el resultado siempre es exitoso.
Así fue lo que vivimos en la tarde del lunes en el Shadow Hawk Golf Club, en las afueras de Houston, donde la Fundación Ángel Cabrera organizó un evento con el campeón del Masters de Augusta, donde se juntó una buena cantidad de dinero para todas las obras benéficas que esta representa en Villa Allende, la tierra natal del Pato.
Los 150 invitados estaban citados a las 4 de la tarde y el comienzo fue con una clínica a cargo del cordobés. Con la colaboración de Matt, uno de los encargados técnicos de Ping que les comentaba algunos datos estadísticos de cada golpe del Pato, el público pudo apreciar las condiciones de Cabrera. “El swing de Ángel es muy natural no tiene nada que ver con lo que dicen los consejos de Golf Digest”, comentaba Charlie Epps, quien fue el maestro de ceremonias.
Luego invitaron a participar a Andrés Romero, quien apoyó generosamente la causa de la Fundación. El Pigu también estuvo mostrando algunos de sus mejores tiros y también contestó varias preguntas de los invitados. El tucumano también está en camino de formar su fundación para ayudar a la gente necesitada de su ciudad.
Luego de la clínica, la apuesta culinaria era lograr recrear lo que se vivirá la semana que viene en la comida de los campeones a realizarse el próximo martes en Augusta National. Para eso se contrató el servicio de los dueños de Novecento, el típico restaurante argentino de Miami. Hasta Houston llegó hoy Héctor, su dueño, con dos de sus ayudantes para preparar un típico asado argentino.
De entrada había locro y luego los americanos pudieron degustar lo mejor de nuestra parrilla: lomo, asado de tira y mollejas. Todo muy bien servido con Ensalada criolla, de papas, de rúcula con zanahorias y de remolacha y huevos duros. No podía faltar tampoco el vino argentino (Achaval Ferrer) y para terminar un rico flan. Así será lo que comerán en siete días Palmer, Nicklaus, Mickelson, Singh, O’Meara y Tiger (irá??), entre otros.
En medio de la comida, Ping le entregó a Cabrera un putter de oro 18 kilates, a través de su presidente John Solheim, por haber obtenido un nuevo Major. Es tradición de esta empresa entregar un putter recubierto de oro a quienes ganan algún torneo, pero si este es uno de los 4 grandes, el premio es más importante.
Por último se realizó una subasta de “memorabilia” que incluía una bandera del Masters autografiada por el Pato, otra con 2 tickets para el Masters, una bandera del US Open del año pasado en Bethpage con la firma de Tiger Woods y de Lucas Glover (los dos campeones en esa cancha) y la posibilidad de jugar con el Pato y el Pigu, el año que viene antes del torneo de Houston.
Algo más de 180 mil dólares se juntaron en este gran evento y todo esto será destinado a la Fundación Ángel Cabrera. “Les agradezco enormemente a todos por su generosidad y por colaborar con todo los que necesitan una mano en mi ciudad”, fueron algunas de las palabras del Pato cuando concluyó el evento.
Aplausos, autógrafos, regalos y una foto con el Pato con el saco verde y el trofeo del Masters, fueron alguna de las cosas que se llevaron quienes asistieron a este gran evento, pero lo más importante la certeza de haber colaborado con una gran causa.
Gentileza: Marcos Virasoro
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff