La reflexión es en el marco del juicio por la desaparición de 22 personas que pasaron por el centro clandestino que funcionaba en La Jefatura de Policía. Hoy se reanudan las audiencias, sin la presencia de Bussi que se encuentra internado en terapia intensiva. El TOF, luego de que el perito informe su estado de salud, deberá resolver qué hacer: suspender nuevamente el juicio o apartar al genocida de la causa.
“Pasaron más de 30 años, no se puede esperar ni un minuto más”, destacaron.
El perito de la Corte Suprema de Justicia, Cristian Rando le transmitirá al Tribunal Oral Federal, presidido por Carlos Jiménez Montilla, cuál es el estado de salud del represor que está internado en terapia intensiva en el Instituto de Cardiología.
En este sentido los/as abogados/as querellantes pondrán a consideración del TOF qué hacer con Bussi. De esta manera el querellante Emilio Guanini expresó que de ninguna manera solicitarán que aparten al genocida de la causa y están dispuesto a esperar el tiempo necesario que requiera su recuperación para que los juzguen. Distinta es la posición de la abogada Laura Figuero, la única querellante que plantea la necesidad de apartar al represor de la causa para que se continúe con el juicio.
Es en este marco que los Organismos de Derechos Humanos (Hijos, Fadetuc) opinaron, en un comunicado que “el aletargamiento de la Justicia nos ha conducido a la situación de estar enfrentados con el punto final biológico. Esto significa la muerte con impunidad para los culpables de aberrantes crímenes, y sin justicia para los familiares, las víctimas y la sociedad”.
A su vez indicaron que por esta razón “el primer juicio oral y público por un Centro Clandestino de Detención: La Jefatura de Policía, ya tiene dos suspensiones desde su inicio”. En este sentido “el juicio oral por el Centro Clandestino de detención y exterminio más grande del norte argentino, ‘El Arsenal’ ni siquiera tiene fecha de inicio. Esto como consecuencia de la negligente y lenta actuación de la Justicia”.
Justicia lenta no es justicia
“La lentitud de la Justicia nos lleva a que 7 años después de que cayeran las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en nuestra provincia sólo hayamos tenido un juicio y medio, con un imputado fallecido durante el proceso (Zimmerma) y, lo que es aún peor, con el máximo exponente del terror en la provincia al borde de ser excluido del mismo (Bussi)”, destacaron.
Un juicio plagado de irregularidades
“En lugar de empezar en agosto del año pasado, el Tribunal Oral decidió posponerlo primero a septiembre para finalmente hacerlo en febrero de este año.
Ante la situación de descuido en la que se encontraba la salud de Bussi, el Tribunal resolvió que debía de ser atendido diariamente por el personal del siprosa, dando cuenta del resultado de estas visitas. Sin embargo esto no ocurrió”, plantean los organismos.
También revelaron que Bussi “puede decidir si se interna o si no, si sale de su casa o si no. Esto ocurre sin el más mínimo control de parte del Tribunal, que es quien debe velar por la salud y la asistencia del imputado. Esto es inadmisible porque el genocida es un reo”.
Finalmente aseveran que “Bussi, símbolo del Terrorismo de estado y la Impunidad en Tucumán, fue uno de los principales responsables del funcionamiento de los centros de Tortura y Exterminio. Durante el juicio los sobrevivientes del genocidio, que son quienes nos permiten reconstruir el pasado, dieron cuenta de la responsabilidad personal de este asesino, en la tortura y muerte de personas en los cientos de Centros Clandestinos de la provincia. Esta es la verdad que tras años de mentiras y miedo logró esconder este asesino”.
Y por último, con justa razón, se quejan de que “al genocida Bussi le asisten todas las garantías. Los cientos de desaparecidos de Tucumán siguen esperando garantías de Justicia. La sociedad tucumana debe tener las garantías de que estos crímenes no quedarán impunes”.
Terminan diciendo: “Pasaron más de 30 años, no se puede esperar ni un minuto más”.
Antecedentes
El martes pasado, los integrantes del tribunal, que preside Carlos Jiménez Montilla, ya habían determinado que Bussi, si estuviera en condiciones de salud, participe del segundo juicio oral por violaciones a los derechos humanos desde la casa en que cumple prisión preventiva, por medio del sistema de teleconferencia.
La decisión había sido adoptada por los magistrados Jiménez Montilla y Gabriel Casas, con el fin de asegurar "la continuidad del juicio oral y la preservación de la salud del acusado", que tiene 84 años y que padece problemas cardíacos, que obligaron a suspender el proceso en dos ocasiones.
El domingo, tras sufrir una nueva descompensación, Bussi fue traslado otra vez a la clínica en la que permanece bajo observación hasta que Rando determine si puede seguir compareciendo en juicio desde hoy (inclusive por medio del sistema de teleconferencia), desde la residencia en la que cumple detención domiciliaria.
Sebastián Ganzburg
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff