La jefa de Estado se reunirá con 17 mandatarios provinciales para discutir el tema de la coparticipación del impuesto al cheque. Al respecto, mientras Cobos aseguró que él “coparticiparía todos los impuestos”, Capitanich reclamó "madurez política” para analizar la situación.
Alperovich espera consolidar su relación con la Nación.
El Gobierno recibirá este lunes en la
Residencia de Olivos a los gobernadores afines con las políticas del oficialismo, en el marco de la
discusión por la coparticipación de fondos, mientras el vicepresidente
Julio Cobos se adelantó al plantear que el Gobierno debe "repartir la
torta" con las provincias.
Por su parte, el mandatario de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, se quejó
por no haber sido invitado al almuerzo con sus pares en Olivos y afirmó
que existe una "concentración cada vez más grande" de fondos en la
Nación, que no es girado a las provincias.
El oficialismo, buscará los 17 gobernadores
entre oficialistas y aliados para que no apoyen, a través de sus
legisladores, la reforma a la ley del impuesto al cheque que impulsa la
oposición, aunque se estima que los jefes de distrito reclamarán a
cambio fondos para sus necesitadas arcas.
En ese marco, Cobos sostuvo hoy que "coparticiparía todos los impuestos"
con las provincias para que los distintos estados pueden hacerse cargo
de las obras públicas, y evitar así el manejo discrecional del gobierno
nacional.
"Si la torta es la misma, nadie quiere resignar una parte. Es la Nación
la que tiene que dar el ejemplo", sostuvo Cobos, quien planteó que "es
hora que las provincias se hagan cargo de toda las obras públicas".
En tanto, Binner indicó su predisposición a participar del encuentro de
gobernadores, pero indicó que no lo convocaron. "No he sido invitado,
salvo que llegue la invitación en estas horas", expresó y agregó que él
desea “estar en todo lugar donde haya que decidir qué Argentina
queremos".
Además, Binner aseguró: "Veinte de las 24 provincias reclaman lo mismo,
tienen crisis que son debidas a una falta de construcción económica
nacional que les permita vivir con dignidad".
En contraposición, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, acusó a la
oposición de pretender "desfinanciar al estado nacional" con el proyecto
de reforma del impuesto al cheque, que le sacaría a la autoridad
federal 10 mil millones de pesos. El mandatario chaqueño afirmó que
"cualquier decisión unilateral, no contemplando las atribuciones propias
del poder administrador, constituye una afrenta a la gobernabilidad"
por lo que reclamó "madurez política para garantizar solvencia fiscal
para la Nación y las provincias".
Sin embargo, admitió que el reparto de dinero entre el poder central y
los distritos "es un debate necesario, pendiente desde la reforma
constitucional de 1994" y que "las provincias que tienen más deuda
tienen menores grados de libertad desde el punto de vista de su
autonomía fiscal".
Otro invitado, el gobernador de Jujuy, Walter Barrionuevo, sostuvo que
la reunión "será una buena oportunidad" para analizar cuestiones
regionales y adelantó su rechazo a la modificación del impuesto al
cheque. "No es así como las provincias van a resolver sus problemas",
aseguró Barrionuevo.
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