Dentro del nosocomoio la actividad era practicamente normal. Sobre calle Alberi al 500, unos 60 trabajadores de la salud hicieron sentir su malestar al gobienor, según ellos, por presión.
Los fantasmas de fines del año pasado volvieron. Los autoconvocados cortaron la entrada del Hospital Padilla, aunque en el nosocomio la atención era normal.
El motivo principal es el traslado de la farmaceútica Sonia Saavedra una de las delegadas del hospital por lo tanto denuncian persecución.
Por su parte el ministro de Salud, Pablo Yedlin relativizó la medida al afirmar que es imposible saber quién es delegada y quien no, puesto que la orden de traslado la pidió el mismo hospital.
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