La llamada "Ciudad Madre", punto de encuentro de toda la diversidad culturar del sur de África, ofrece un sinfín de actividades diversas, desde relajarse en las populares playas del litoral Atlántico hasta explorar el barrio malayo de Bo-Kaap. La bahía Hout es un importante centro de pesca, especialmente de atún y langosta, y la histórica base naval de Simon's Town goza de un pasado fascinante.

El Complejo Portuario de Victoria y Alfredo es el lugar ideal para ir de compras. En él se encuentra el acuario Two Oceans, que muestra la vida marina de los océanos Atlántico e Índico. Long Street es el centro de ocio nocturno. La ciudad cuenta además con una gran cantidad de museos que bien merecen una visita. La provincia de Cabo Occidental es conocida por su producción vinícola, y se organizan visitas guiadas por la "ruta del vino".

Ciudad del Cabo deja traslucir su gran influencia malaya, vestigio de los días en los que la ruta de las especias pasaba por sus costas. Muchos extranjeros se han establecido en esta ciudad cosmopolita, convertida ya en un auténtico crisol de culturas.

HISTORIA
Los primeros habitantes se asentaron en Ciudad del Cabo alrededor del año 100.000 aC., con la llegada a la península del Cabo de los pueblos cazadores-recolectores. Tras la llegada de los marineros europeos en 1652, la ciudad se convirtió en un puerto para los navegantes que viajaban a la India a lo largo de la costa africana siguiendo la ruta de las especias.

La ciudad ha desempeñado también un papel importante en la historia sudafricana contemporánea. A pesar de que la Isla de Robben llevaba sirviendo como cárcel para presos políticos desde 1898, se hizo famosa cuando en ella se encarcelaron a los acusados del juicio de Rivonia, entre los que se encontraban Nelson Mandela, Oliver Tambo y Walter Sisulo, entre otros.

Ciudad del Cabo es la capital legislativa de Sudáfrica desde 1910. El Parlamento, todavía en uso, data de 1885.

FÚTBOL
Ciudad del Cabo es la cuna de algunos de los mejores internacionales sudafricanos actuales, como Shaun Bartlett, Benni McCarthy, Andre Arendse, así como estrellas del pasado, como Albert Johannensen y David Julius, que jugaron en la cima del fútbol europeo.

De Ciudad del Cabo han salido algunos de los mejores futbolistas sudafricanos de la historia. Como el ex jugador del Manchester United, Quinton Fortune que firmó por los Red Devils en 1999, donde pronto se le uniría su antiguo entrenador en los Bafana Bafana, Carlos Queiroz, como ayudante de sir Alex Ferguson.

Benni McCarthy saboreó las mieles del éxito internacional al ganar la Liga de Campeones de la UEFA con el FC Porto que dirigía José Mourinho. Además, ha sido máximo artillero de la liga portuguesa, y es el máximo goleador de la selección sudafricana.

Shaun Bartlett fichó por el FC Zúrich en 1998 y, dos años más tarde, fue traspasado al Charlton Athletic. Durante su estancia en Charlton, contribuyó a que el club se consolidara en la máxima categoría del fútbol inglés.

El Hellenic fue el primer equipo de Ciudad del Cabo que ganó un campeonato nacional, en 1971. Muy pronto le seguiría el Cape Town City. En 1995, el Spurs de Ciudad del Cabo arrasó y se hizo con el doblete, tras ganar la liga y la copa. Ninguno de los tres equipos ha vuelto a ser lo que era.

El Ajax de Ciudad del Cabo y el Santos, campeón en 2002, mantienen vivo el fútbol profesional en la ciudad. El Ajax de Ciudad del Cabo es una entidad filial del Ajax de Amsterdam y ha forjado a muchos de los talentos que han acabado en Europa, como Steven Pienaar, Gabriel Mofokeng y Stanton Lewis.

El Vasco Da Gama es un pequeño club fundado en 1980 que, a pesar de su humilde tamaño, ha dado muchos internacionales sudafricanos. El guardameta Andre Arendse, el mediocampista Thabo Mngomeni y el delantero Shaun Bartlett salieron de este equipo, así como David Nyathi, elegido en el equipo de las estrellas de la FIFA de 1997, que jugó en Suiza, Turquía y España.

Ciudad del Cabo cuenta además con otros clubes en la Primera División, como son el Ikapa Sporting, el FC Ciudad del Cabo y el Hanover Park.