El presidente del Colegio Médico de Chile, Pablo Rodríguez, afirmó ayer que después del terremoto del 27 de febrero se percibe la multiplicación de los casos "de angustia y de miedo" que se manifiestan en problemas de sueño, manifestaciones de ansiedad, cambios de humor, desánimo y temores nocturnos.
"Es fácil observar signos de estrés dentro de la población, producto de la tragedia vivida", dijo el facultativo al vespertino La Segunda.
Los niños, con frecuencia, también sufren
algunas regresiones
en términos de querer dormir con sus padres, "y todo esto, por
cierto, lo tenemos que asumir como sociedad", agregó.
Pero,
también se registran manifestaciones orgánicas como
consecuencia del estrés post terremoto.
"La gente tiende a
somatizar estos conflictos con dolor
lumbar o cervical, colon irritable, trastornos del sueño,
aumento de los cuadros tensionales en pacientes hipertensos",
sostuvo Pablo Rodríguez.
Sin embargo, advierte que hay que
distinguir los límites
normales, porque "cuando esto va un poco más allá respecto de lo
aceptable, es decir, cuando interfiere en forma importante con
su cotidianidad, hay que consultar un médico", sostuvo.
Por su
parte, la siquiatra infanto-juvenil Lissette Lavanchy,
añadió que "de aquí a un mes o dos lo que viene en chile es
atender el terremoto psicológico".
"Para ello se necesitan
profesionales capacitados en
diagnosticar un estrés post traumático y en Chile hay quienes
están dispuestos a colaborar voluntariamente", comentó la
especialista.
Por ese motivo la sociedad de Psicoanálisis de Chile, el colegio Médico y el Ministerio de Salud estamos organizando equipos de salud para lugares donde falta atención.
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