Un gusto amargo quedó en la boca de los que estaban siguiendo a Ángel Cabrera, cuando el cordobés falló ese corto putt (menos de un metro) para birdie en el hoyo final. Pero si uno tiene en cuenta lo compicada que se presentó la tarde, los 69 golpes que anotó el Pato son muy positivos.
Por su parte, Andrés Romero no encontró su juego y con 75 golpes quedó bastante retrasado y mañana tendrá que buscar una vuelta bajo par para pasar el corte.
Pero, sin duda el gran protagonista de la jornada fue el viento que no paró de soplar durante todo el día y en esta cancha los errores no se perdonan.
Nuestra jornada arrancó por la tarde, luego que el brasileño Alex Rocha, que logró jugar gracias a ganar la preclasificación del lunes, anotara una sorprendente vuelta de 66 golpes. Rocha vive cerca de PGA National y puede llegar a aprovechar esta gran chance.
Pero otra sorpresa fue cuando el Pato estaba llegando al tee de salida. De repente se lo vio corriendo a Steve Flesch quien pegaba antes que Cabrera. El zurdo se distrajo (estaba practicando al lado del Pigu) y no llegó en horario a su salida, y cuando llegó al tee sus compañeros ya habían pegado su salida y estaban por la mitad del fairway. Flesch, que no es un hombre de muchas pulgas, discutió un rato con el oficial del día y luego pegó su salida, con dos golpes de multa. A eso le sumó que la tiró fuera de límites en el 2, al final terminó con ocho sobre el par y seguramente su caddie no seguirá trabajando con él despues del Honda Classic.
Cabrera salió con Villegas y Mike Weir y fueron sin duda el grupo que más gente atrajo. Camilo vive a diez minutos de este campo y lo conoce como la palma de la mano. Tanto que recién llegó a West Palm Beach ayer por la tarde cuando lo encontré en el Players lounge y me comentó que había estado en Colombia promocionando el torneo que el Nationwide Tour está jugando esta semana allí. El colombiano anotó 66 golpes y está a tiro de la punta. Mientras que el Pato pegó muy bien, salvo en el hoyo 12 donde anotó un doble bogey, pero se recuperó con birdies en el 13 y 16, este último de más de diez metros.
Detrás de ellos jugó el Pigu, pero el tucumano nunca pudo encontrarle la vuelta a la cancha. “Hace mucho que no juego una vuelta sin birdies”, me decía al terminar la vuelta, y sin duda arriba del green fue donde desperdició más chances, sobre todo en el 16, 17 y 18.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff