La reconstrucción de Chile tras el terremoto demandará al menos 4 años y endeudamiento con organismos internacionales, afirmó ayer la presidenta Michelle Bachelet, pero a la vez podrá significar un crecimiento del PBI mayor al proyectado por el electo Sebastián Piñera, según analistas y economistas.
Mientras las replicas del terremoto del sábado siguen haciendo temblar a Chile y aún no se cubren las urgencias humanitarias más básicas de los afectados, las primeras estimaciones del impacto económico hablan de cifras de entre 10.000 y 30.000 millones de dólares de costos para la reconstrucción.
La presidenta Bachelet afirmó ayer que la reconstrucción tomará al menos
todo el próximo gobierno de Piñera, con quien se reunirá hoy con el
objeto de facilitar la transición hacia el 11 de marzo y enfrentar los
efectos de la catástrofe.
"A él (Piñera) le va a tocar parte de
la emergencia y la reconstrucción durante practicamente todo el
gobierno próximo o por lo menos tres años", dijo Bachelet en
declaraciones radiales citadas por la agencia Ansa.
Bachelet
advirtió que "es enorme la magnitud" de los daños y anticipó que si
bien "Chile tiene recursos para una cantidad de acciones, vamos a tener
que pedir crédito al Banco Mundial u otras entidades", y si bien no
especificó a cuanto ascienden los daños recordó las estimaciones
cercanas a 30.000 millones de dólares.
Ayer, el electo Piñera
advirtió a sus ministros designados que las medidas para enfrentar los
efectos del sismo marcarán y redefinirán el programa por los tres
primeros años de gestión.
Sus objetivos prioritarios ahora
estarán vinculados a la seguridad ciudadana y las tareas de
abastecimiento, a la denominada "emergencia productiva", la
reconstrucción de las áreas arrasadas, y la reorientación del programa
de gobierno en función de la catástrofe.
El economista y
académico de la Univerrsidad de Chile, José Miguel Benavente, afirmó
que "cuando hay estos desastres, en general, la caída de la economía es
fuerte en los dos o tres primeros meses, pero luego crece y muchísimo
en un proceso de reconstrucción. Por lo que este año va a salir con
tasa de crecimiento bastante alta”.
En diálogo con Télam, el
asesor del ex candidato presidencial Eduardo Frei, advirtió sobre "el
cambio de un patrón productivo hasta hoy ligado a los sectores
exportadores, por las áreas que serán más demandadas por la
recuperación, como empresas del cemento, las telecomunicaciones, la
construcción y la energía”.
Para Benavente, la tasa de
crecimiento "se va a mantener e incluso aumentará, habrá un impacto en
el empleo con reasignación de puestos a ciertos sectores, un alza a
corto plazo en los precios pero no habrá problemas macroeconómicos ya
que el país tiene recursos suficientes para salir de este tipo de
emergencia”.
Hernán Frigolett, economista de la Universidad
Central y de la consultora Aserta, estimó que "el plan de
reconstrucción demandará 15.000 millones de dólares en un plazo que no
debería superar los dos años", lo que consideró es "una cantidad de
recursos que se inyectan como inversión y que dan al PBI un impulso
adicional cercano al 2 por ciento anual".
Previo al sismo,
existía consenso en torno a un piso de crecimiento del 4 al 4,5 por
ciento para 2010 y de un 5,5 por ciento para 2011, pese a lo cual
Piñera comprometió una tasa por encima del 6 por ciento anual para su
mandato al 2014, con la generación de un millón de puestos de trabajo.
Para
Frigolett, al ser consultado por Télam, "un tercio del financiamiento
de la reconstrucción deberá ser enfrentado por el sector público, es
decir unos 5.000 a 6.000 millones, y el resto por los privados que
tienen las concesiones de la red vial, de la generación y distribución
de energía y de las mismas empresas".
En el espectro privado,
las grandes compañías chilenas, casi en su totalidad están aseguradas,
en el exterior por lo que el mayor problema estará en la recuperación
de las pequeñas y medianas empresas que deberán recurrir al
financiamiento o a la ayuda del estado.
El analista también
prevé un impacto fuerte en el nivel de empleo a corto plazo por la
destrucción de la infraestructura productiva, pero consideró que los
programas de emergencia que estarán disponibles, una gama de subsidios
ya empleados para enfrentar la recesión y los recursos adicionales que
obtenga Piñera permitirá un segundo semestre de inversión más agresiva".
Por
el contrario, el panorama es más sombrío para Gonzalo Sanhueza,
directivo de la consultora Econsult y asesor económico de Piñera, quien
afirmó que "la brecha de crecimiento se cerró, había una holgura de
capacidad que ahora no va a estar y el costo de las pérdidas restará
dos puntos del crecimento potencial”.
En diálogo con Télam, el
economista agregó que "para los próximos años queda una destrucción
importante de infraestructura que también resta crecimiento potencial;
y un tercer efecto será el cambio de foco de la prevista reforma
importante del Estado por el control de la emergencia y al
reconstrucción”.
Para Sanhueza, el optimismo por un crecimiento
superior al 5,5 por ciento es "un error” ya que se registra "una
pérdida de riqueza de las familias que genera contracción del consumo,
hay pérdida del capital de las empresas productivas que -por el
contrario- consolidan sus deudas, y hay mayor riesgo financiero”.
Pese
al panorama, el asesor de Piñera asegura que en materia de
financiamiento "no debería haber problema. Está muy desarrollado el
sistema de operación público-privado en un modelo de negocios que se va
a utilizar para la infraestructura pública".
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