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El Concejal 19, en las calles de Tucumán

Decanos, santos y taxistas son parecidos, cobran de primera y son de cuarta. Andan mal, casi todos están rotos y pierden cuando están lejos o cerca de la casa. Ofrecen poco y nada y quieren cobrar más. Los técnicos son como los jugadores y propietarios de taxis: prometen mejorar y terminan recitando un libro de excusas. Nunca son culpables del mal servicio, ofrecido antes de firmar y no brindado después. Al igual que algunos, dirigentes políticos y laborales , creen que tienen la varita mágica y cuando ganan hacen magia, para ellos, familiares y amigos nada más. Sino no se explica como tan rápidamente pasan de jugar en la liga barrial a vivir y gastar como si estuvieran en la Champion League. Ellos y los familiares dejan de comprar cospeles para pasar a manejar una 4 x 4; sacan a los hijos de la escuela pública para enviarlo a un colegio bilingüe, tiran la pelota de goma y compran raquetas de tenis; en vez del quemado, en el fondo de la casa y bajo la morera, muestran un bronceado caribeño; la generosa en carnes de la mujer es ahora una estilizada rubia. En fin cosas de este Tucumán, con aires de ciudad, pero que por algunos habitantes no deja de ser una Gran Aldea. Hasta mañana. Concejal 19, autoconvocado.

Por sugerencias, críticas o denuncias, buesque algún amigo funcionario, sino le da bola, escriba a litucu@gmail.com