Tabaré Vázquez dijo ayer que finaliza su presidencia de cinco años, la primera socialista de Uruguay, "con la conciencia tranquila, la frente alta y las manos limpias", y vaticinó que el gobierno que José Mujica iniciará el lunes será "profundamente humano".
"Me retiro del gobierno sin nostalgia y sin euforia. En conciencia creo que he intentado cumplir al máximo la tarea que tuve el honor de recibir" y "me voy con la conciencia tranquila, la frente alta y las manos limpias", afirmó Vázquez en rueda de prensa en la cual trazó un balance del mandato que inició en 2005.
Recién llegado de México tras participar en la cumbre del
Grupo Río, donde sus colegas lo despidieron con honores, Vázquez
reiteró el respaldo uruguayo a la reelección de José Insulza al
frente de la OEA y habló distendido de varios temas relacionados
con su gobierno y con el que inicia el lunes José Mujica, a
quien deseó "el mayor de los éxitos".
"Si no hicimos más fue porque las circunstancias no lo permitieron", admitió Vázquez, de 70 años, quien supeditó a "las circunstancias políticas y biológicas" una eventual candidatura suya en 2014 y descartó de plano que se proponga formar una agrupación por afuera de la alianza de izquierda Frente Amplio.
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