La cumbre avanza en el relanzamiento de la integración regional
Los gobernantes de 32 países de América latina y el Caribe avanzaron ayer hacia el establecimiento de un nuevo modelo de integración política, económica y de resolución de conflictos, en la primera de las dos jornadas de la Cumbre de la Unidad que delibera en la Riviera Maya, en el sudeste de México.
"No podemos permanecer desunidos” ni "abordar el futuro sobre la base de nuestras diferencias”, dijo al inaugurar el encuentro el presidente de México, Felipe Calderón, quien propuso "una nueva institucionalidad que nos fortalezca como región y nos ayude a proyectar con renovada vitalidad en el escenario internacional”.
El encuentro, que se extenderá hasta hoy, absorbe las agendas de la
II Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo
(CALC), integrada por 32 países, y la XXI Cumbre del Grupo de Río, del
que participan 24 naciones.
El tema principal de la Cumbre de la
Unidad es la creación de un organismo regional para la discusión
política de los asuntos comunes y la resolución de eventuales
conflictos, de perfil similar a la Organización de Estados Americanos
(OEA) pero sin la participación de Estados Unidos y Canadá.
La
reunión comenzó con el acuerdo alcanzado en la sesión preparatoria que
ayer celebraron los cancilleres para que dicho organismo quede
constituido formalmente el 5 de julio de 2011, en una cumbre que tendrá
lugar en Caracas.
"Queremos encargar a un grupo de trabajo que
durante un año y cuatro meses pueda preparar los estatutos para que, en
una cumbre próxima que vamos a tener en julio de 2011 en Venezuela,
estemos ya en la posibilidad de aprobar esos estatutos”, informó el
canciller de Ecuador, Ricardo Patiño.
"Estamos de acuerdo hasta
ahora en tomar en esta cumbre la decisión de que se cree esa entidad;
no se crea todavía porque no han sido discutidos los detalles, pero se
han planteado determinados principios, determinadas funciones que
deberá tener”, precisó.
El canciller de Venezuela, Nicolás
Maduro, agregó que esa nueva organización convivirá con otras
instancias regionales ya existentes, tal como sostienen varios de los
gobiernos involucrados, entre ellos el de Uruguay, según lo aclaró hoy
su canciller, Pedro Vaz.
Al respecto, el gobierno de Estados
Unidos descartó la posibilidad de que el organismo a crearse vaya a
afectar la influencia de la OEA, según afirmó en San Pablo el embajador
de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, hasta hace poco secretario
de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental.
"Nuestro punto
de vista sobre la reunión de Cancún es que es una cosa buena; es
importante que las Américas, el Caribe, América central y Sudamérica
quieran mejorar la integración; eso es algo bueno y vamos a apoyarlo”,
dijo Shannon.
Si bien las deliberaciones en la Riviera Maya
fueron secretas -sólo se difundió el discurso de Calderón y luego se
cortó el audio y se prohibió el acceso de la prensa al recinto de
sesiones-, trascendió el borrador de declaración que los mandatarios
analizan y que habla de crear una "nueva arquitectura financiera”
regional.
El texto, relativo a la fusión de la CALC con el Grupo
de Río, postula el establecimiento de "un sistema multilateral y
voluntario de pagos” para "evaluar experiencias sobre monedas comunes”.
De
acuerdo con el trabajo, se trata de "integrar mercados financieros a
nivel regional y crear fondos financieros para apoyar el desarrollo y
la integración del área”.
El proyecto de la Declaración de
Cancún propone encomendar a los ministros de Finanzas de la región "la
elaboración de una estrategia con miras a la construcción progresiva"
de ese andamiaje financiero.
Entre otros aspectos, el borrador
sugiere "estimular el comercio interregional de bienes y servicios",
promover la "efectiva integración geográfica", a través de la
infraestructura física necesaria, y alentar "el pleno respeto de los
derechos humanos de los emigrantes y sus familias".
El documento
también planteará el compromiso de luchar contra el narcotráfico "con
un enfoque integral”, así como un "rechazo enérgico” a todas las
"formas y manifestaciones” del terrorismo.
En la primera jornada
de la Cumbre hubo lugar también para el tratamiento de la ayuda a Haití
tras el devastador sismo del 12 de enero. "Es la causa de todos los
países de la región”, sostuvo Calderón en su mensaje de inauguración.
Otro
tema fue el reclamo argentino por la decisión del Reino Unido de
explorar hidrocarburos en la zona de las Islas Malvinas, expuesto por
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y apoyado expresamente por
los presidentes de Nicaragua y Venezuela, Daniel Ortega y Hugo Chávez,
así como por el asesor de la Presidencia de Brasil para asuntos
internacionales, Marco Aurelio García, ente otros.
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