Bajo un cielo que no quería regalar sus estrellas, la primera noche de Serenata a Cafayate despertó la alegría que se prolongará durante siete días, en la ciudad salteña. El grito de “¡Alegría Cafayate!”, ellunes pasadas las 21, abrió una larga jornada que se extendió hasta las 5.30 del martes y por donde pasó una larga cartelera de artistas de todo el país.
Como
si fuese en canto de las sirenas, el grito inaugural de la serenata
atrajo al público que, ya desocupado de sus quehaceres cotidianos fue
instalándose en el predio de la “Bodega encantada”. Alrededor de 2.500
personas aplaudieron, cantaron y bailaron hasta el amanecer.
En el escenario Payo Solá, el bagualero Solano Cardozo, encendió la chispa para abrir el desfile de artistas.
En las primeras horas del escenario, pasaron Fernando Aimo quien le puso el toque regional, y le dio paso al salteño Gustavo Córdoba, para que se luzca todo su repertorio de zambas, chacareras y huayños. Después, en representación de la provincia de Santa Fe subió el grupo Los Urruca con un repertorio sureño que mantuvo la atención del público. A los santafesinos les costó bajar del escenario, tuvieron que volver para hacer un bis, y se despidieron con “Galopa” un tema de autor santafesino.
A medida que avanzaba la noche, el predio se fue poblando de visitantes y cafayateños que no podían dejar de pasar la oportunidad de vivir la primera noche de fiesta.
Por el escenario pasaron Constanza Martínez, de Salta, Tafinando, de Tucumán y Sandra Santos y la trova (como parte de la delegación de Bolívar). Otra fiesta comenzó con Los Ceibales, que para el cierre de su actuación, eligieron despojarse del sonido y bajar hasta el público para que canten todos juntos. Después le siguieron los jóvenes de Los moldeños.
Para las dos de la mañana, las estrellas ya habían decidido salir a acompañar la serenata. Fue entonces cuando, con las coplas del poeta Puma Vasconcelos que acompaña a todos los artistas con sus palabras, llegó al escenario Facundo Toro. Durante un poco más de una hora, el artista entregó gran parte de su repertorio clásico que mantuvo de pie y bailando a toda la gente.
La noche que ya estaba por la mitad, parecía recién comenzada, porque todavía faltaba mucha fiesta arriba del escenario. Después de Toro, seguía con la presentación de Matacos, Los Changos y el cierre del tucumano Claudio Balzaretti.
La madrugada encontró a la “bodega encantada” con muchos bailarines que se resistían a abandonar el lugar.
Para
la segunda jornada se espera la presencia de Teresa Parodi, Franco
Luciani, Los auténticos Cantores del Alba, entre otros artistas.
Antes de la fiesta
La
semana cultural también quedó inaugurada el lunes. La apertura fue con
un recorrido a través de las calles de Cafayate, junto con las
comparsas Churi Jallpa y los Diaguitas, que acompañaron la inauguración
de más de veinte murales que fueron pintados alrededor del festival.
Con la presencia del intendente, cada mural fue presentado por sus
autores como el puntapié inicial de la gran fiesta cafayateña. Para la
entrega del diploma, llegó uno de los creadores de la fiesta, Arnaldo
Echar, quien volcó su sapiencia en un pequeño discurso, y como gran
caudillo festivo, encabezó el grupo de público que se acercó al
festival en las primeras horas.
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