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AMPLIARMercedes Morán y Rafael Spregelburd

Una ópera prima con un elenco de lujo, hoy en el folclórico

La directora, Inés Braun debutó en la pantalla grande con “La Ronda” en el 2008. Un film que si bien cuenta con un elenco interesante como Fernán Mirás y Mercedes Morán, no recibió las mejores críticas. Se proyecta hoy a las 21 en el Museo Folclórico.

Se suspende por lluvias.

En  su primer film, Inés Braun (Buenos Aires, 1976), utiliza como mecanismo el encadenamiento de historias de amor. Lucía (Sofía Gala Castiglione), moza del bar... La Ronda, está enamorada de Javier (Fernán Mirás), empleado de una inmobiliaria que, a la vez, intenta seducir a una clienta suya (Mercedes Morán) que, a la vez, se siente atraída por un taxista y pintor (Rafael Spregelburd) y sigue la ronda.

La película se proyecta hoy a las 21 en el Museo Folclórico, en el marco del ciclo Verano con Cultura. “La Ronda” no fue muy bien recepcionada por la crítica. Sin embargo es una opción para ver las nuevas tendencias del cine nacional.

En su crítica “La ciudad de los pobres corazones”, publicada en La Nación, Adolfo Martínez comenta que “la realizadora demuestra manejar con habilidad una trama que necesitaba de mayor fuerza emotiva y para ello contó con una acertada dirección de arte, a la que se sumaron una impecable fotografía y una música de acertados compases”.

Además menciona que si bien cuenta “con un guión que muchas veces cae en la caricatura y repite situaciones, bien vale tener en cuenta a Inés Braun quien, sin duda podrá, con un libreto más sólido, ocupar un puesto importante dentro de los nuevos directores de la cinematografía nacional”.

En cambio Miguel Frías de Clarín es menos complaciente con la obra. Su crítica se titula “Demasiada calesita”, allí se lee que “La Ronda cuenta con un notable elenco, y más para una opera prima: a los actores mencionados hay que agregarles a Leonora Balcarce y a Walter Jakob, más las participaciones especiales de Daniel Hendler y Martín Piroyansky. Pero los nombres y las correctas actuaciones tienen el efecto paradójico de resaltar el punto débil de la película: ceñirse demasiado a una estructura y perder, en su fragmentación, empatía, intensidad, intriga”.

Sebastián Ganzburg