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AMPLIARPascuala Susana Batallán, la nueva Pachamama

Pachamama, tradición, cielo y sol

Bajo los rayos de un sol radiante y un paisaje prodigioso enmarcado por la inmensidad de las montañas que ofrece Amaicha del Valle se congregaron lugareños y foráneos para celebrar la elección de la nueva representante de la Madre Tierra, la diosa de la fecundidad , la reproducción , la madre de los cerros y de los valles.

Jóvenes, ancianos, niños y mujeres recibieron a Pascuala Susana Batallán, la Pachamama,  la más vieja de las mujeres del lugar, repitiendo  la antigua fórmula incaica ‘’Pachamama, kusiya, kusiya’’.

Aunque su auxilio es invocado especialmente en las actividades campestres, este año los pedidos estuvieron dirigidos especialmente a la provisión de agua, un recurso que escasea últimamente en la comunidad amaichena.

Luego de las bendiciones de la Pachamama y del canto de las copleras, entre éstas la de la reconocida Kika Ávalos, se dio comienzo al desfile con caballos, gauchos, carrozas y bailes de saya, organizado por los empeñosos vecinos del lugar. Mientras estas manifestaciones culturales se sucedían el Pujllay, el Diablo, iba despertando el espíritu del auténtico carnaval entre la gente, quienes comenzaron a jugar pintándose las caras y decorando las calles con espuma.

 El paisaje se tiñó de una diversidad de colores, acompañado por la música y los aromas de las típicas comidas regionales que se podían disfrutar en los variados  comedores que se montaron en la plaza, colmados gracias al apetito voraz de miles de personas que querían continuar  alegremente el tradicional festejo.

La Fiesta Nacional de la Pachamama, quizás una de las últimas fiestas originales, con sincera ofrenda de su pueblo originario, mezclado con aquellos que solo van en busca de diversión, sigue demostrando cuánto aman los lugareños a sus tierras y cuánto se aferran a ella defendiéndola eternamente.

María Mercedes Villalba