El presidente Evo Morales expresó el viernes su convencimiento de que si el pueblo boliviano apoya, es posible llevar adelante el proceso de cambio iniciado en enero de 2006.
En un acto público en esta población del Municipio de Colcapirhua, en la provincia de Ayopaya, al noroeste del departamento de Cochabamba, el Jefe de Estado señaló que ha sido posible cambiar 20 años de gobiernos neoliberales por un proceso de transformaciones estructurales que benefician al pueblo boliviano y fortalecen la democracia.
Destacó "La conciencia social del pueblo en estos más
de cuatro años para garantizar la revolución cultural en democracia a
fin de que los ciudadanos sean los mayores beneficiarios de las
políticas adoptadas por las autoridades".
Al entregar el mercado central de Kami convocó a los alcaldes y
otras autoridades regionales a cambiar su mentalidad en sentido de que
llegan a esos cargos para servirse del pueblo, cuando es absolutamente
todo lo contrario.
Anotó que el Estado "tiene la obligación de analizar las
reivindicaciones de los pobladores y buscar soluciones a las mismas".
"El dinero del Estado no es de propiedad de los alcaldes ni de otras autoridades, sino del pueblo", recalcó.
El Primer Mandatario enfatizó que Bolivia vive hoy una democracia
participativa y decisoria porque el pueblo no solamente vota para
elegir a sus autoridades sino definir políticas de Estado.
Dijo que durante las administraciones neoliberales, que llegaban al
poder con apenas el apoyo del 20 o 30 por ciento de los votos,
funcionaban "democracias pactadas en el Congreso, como el Pacto por la
Democracia, para adoptar políticas negativas a los intereses
nacionales".
Señaló que esos Gobiernos se sirvieron de los bienes del pueblo en
su propio beneficio, hasta que en las elecciones de 2005 "la conciencia
del pueblo boliviano decidió que el poder sea entregado a un gobierno
que los represente para recuperar los recursos naturales entregados a
empresas transnacionales".
"Bolivia obtuvo entre los años 2002 y 2005 apenas 2.000 millones
por la venta de los hidrocarburos, mientras que entre 2006 y 2009 esa
cifra llegó a 8.000 millones de dólares", agregó.
El Presidente afirmó que esos dineros son utilizados en programas
de impacto social, como la entrega de bonos a diversos sectores de la
población para que "la plata retorne a su verdadero propietario, que es
el pueblo".
Subrayó que, al haber recibido el apoyo del pueblo por otros cinco
años más a través del voto, fortalecerá el proceso de cambio al
aplicarse a plenitud los mandatos de la Constitución Política del
Estado promulgada en febrero de 2009.
Destacó que, desde diciembre de 2005, los mayoritarios movimientos
sociales ganaron diversas consultas populares a las agrupaciones
neoliberales, lo que fortaleció la democracia.
Dijo que el año 2008, los opositores plantearon un referéndum
revocatorio para desalojar al Presidente del poder, pero el resultado
fue contundente de respaldo del 67 por ciento de la población.
Señaló que uno de los que planteó el referéndum revocatorio fue el
ex prefecto de Cochabamba y posteriormente candidato Presidencial del
Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), Manfred
Reyes Villa, quien fue revocado por el voto del pueblo.
El Jefe de Estado relievó la sabiduría del pueblo que negó su voto
a Reyes Villa porque vio que este político se sirvió de los recursos
estatales para hacerse millonario. Informó que el ex Prefecto adquirió
hasta cinco viviendas de lujo en Estados Unidos.
Reyes Villa huyó de Bolivia a Estados Unidos el 14 de diciembre del
año pasado para evitar ser procesado por los delitos de uso indebido de
recursos estatales.
Morales expresó que desde que el pueblo desalojó con su voto a
Reyes Villa volvió la paz a Cochabamba con el impulso de obras de
desarrollo que fueron postergadas por decenas de años.
El Mandatario reiteró que, con el apoyo del pueblo, Bolivia ha
salido al frente de una crisis económica que quedó como herencia de los
gobiernos neoliberales hasta registrar el año pasado un desempeño
importante que la colocó por encima de las demás naciones
latinoamericanas.
Bolivia ya no es un país mendigo y sus políticas sociales y económicas son replicadas por otros países", anotó.
Sin embargo indicó que no hay que bajar los pasos y estar atentos a
los embates de las naciones del imperio que buscan desestabilizar a los
gobiernos progresistas.
Manifestó que por ejemplo, debido a la crisis financiera desatada
por Estados Unidos el año pasado, los precios de barril de petróleo en
el mercado internacional bajaron de 170 dólares a apenas 33 dólares, lo
que repercutió en la cotización del gas y afectó a un mayor crecimiento
de la economía nacional.
Recordó lo que sufrió el Gobierno del presidente Hernán Siles Zuazo
entre 1982 y 1985 cuando Estados Unidos decidió colocar en el mercado
sus reservas de estaño para provocar la caída de la cotización de ese
mineral, que era una de las principales fuentes de ingreso de Bolivia.
Recuérdese que esas reservas fueron acumuladas durante la segunda
guerra mundial y fue la entrega del estaño boliviano para apoyar a
Estados Unidos.
"El resultado fue la desestabilización del Gobierno y una crisis
económica galopante que debilitó a Siles Zuazo y a su Administración",
señaló.
El Jefe de Estado también se refirió a las elecciones regionales a
celebrarse el próximo 4 de abril y convocó al pueblo a votar por
candidatos que hayan demostrado su vocación de servicio a la población.
Reiteró que lo ideal es que esos candidatos tengan una relación de
confianza con el Gobierno central para se coordinen adecuadamente obras
de desarrollo.
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