Las organizaciones Cencos y Artículo 19 presentaron el informe ''Entre la violencia y la indiferencia'' correspondiente a 2009, luego de estudiar diversos tipos de agresiones contra comunicadores sociales que comprenden desde empujones hasta tiroteos y obtuvieron como resultado que, contrario a lo pensado, la mayoría de las agresiones contra periodistas no proviene del crimen organizado.
En 2009 se registraron 244 ataques, 12 de ellos asesinatos, contra los comunicadores sociales en el país norteamericano, de los cuales 65 por ciento no son responsabilidad del crimen organizado sino de funcionarios del Estado.
El
integrante del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) indicó
en una conferencia de prensa que aunque "se pensaba que el crimen
organizado era el que había hecho de México el segundo país más
peligroso para ejercer el periodismo, resulta que el 65 por ciento de
las agresiones son cometidas por funcionarios públicos".
Por
el contrario sólo 6,15 por ciento de las agresiones provinieron del
crimen organizado, según el estudio presentado además por la oficina
para México y Centroamérica de la ONG de origen británico Article 19 (Artículo en español) .
Cencos
y Artículo 19 presentaron el informe "Entre la violencia y la
indiferencia" correspondiente a 2009, un año que, según la Fundación
para la Libertad de Expresión (Fundalex), ha sido el peor de la última
década para la prensa mexicana.
Ambas
organizaciones estudiaron diversos tipos de agresiones que comprenden
desde empujones o despidos injustificados hasta tiroteos, y no sólo
proceden, como a veces se presume, del crimen organizado, sino que
quienes más amenazan son "los policías, alcaldes y funcionarios".
Así
lo explicó la periodista Lydia Cacho, quien fue arrestada y sufrió
persecución tras destapar una red de pornografía infantil y trata de
menores con supuestos vínculos con poderosos empresarios y algunos
políticos.
Cacho
agregó que aunque los atentados más violentos contra reporteros sí
proceden del crimen organizado, la mayoría de las amenazas y
coacciones, vienen de las autoridades públicas, en su mayoría de las
fuerzas de seguridad.
La
reportera aseguró que la censura tampoco "se reduce a los temas del
narco". "Cada vez hay más amenazas a periodistas que cubren ámbitos
como la salud pública o el tránsito (tráfico)", añadió.
"La
evidencia muestra que agentes del Estado continúan siendo los
principales perpetradores de agresiones contra la libertad de
expresión", subraya el informe que agrega, además, que en 2009 se
registraron dos desapariciones de periodistas, cinco acusaciones judiciales, 47 acciones intimidatorias, 23 detenciones, 47 amenazas y 109 agresiones físicas o materiales.
Según
el estudio, los periodistas siguen siendo vulnerables ante el poder,
principalmente aquellos que ejercen en diarios de provincia.
"En
seis de cada 10 casos las agresiones provinieron de las fuerzas de
seguridad del Estado y en cuatro de funcionarios y gobernantes
electos", indicó Brisa Solis, directora de Cencos.
Los
responsables del informe también manifestaron que esta situación que
afecta a los periodistas igualmente vulnera los derechos de toda una
sociedad que ve sesgado su acceso a la información debido a que los
empresarios de los medios de comunicación ceden ante las presiones y
sobornos.
México
fue considerado como uno de los tres países más riesgosos para el
ejercicio del periodismo en 2009, junto con Filipinas y Somalia, según
un informe divulgado en enero en Suiza; sin embargo, se ha evidenciado
que la ola de crímenes contra los comunicadores, en vez de detenerse,
parece haberse incrementado este 2010, con tres asesinatos en enero.
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