Cumplidas las primeras fechas de los torneos en los que participan Atlético Tucumán y San Martín los resultados conseguidos por los dos grandes de la provincia dejaron preocupados a sus seguidores. Los equipos de fútbol más populares del norte argentino están en difícil situación.
Los dirigidos por Osvaldo Sosa se ubican en zona de descenso directo, mientras que los conducidos por Carlos Roldán se alejaron, por ahora, de la posibilidad de volver a primera.
Atlético Tucumán al final del Apertura puso una dosis de optimismo y
esperanza en cuanto a seguir en la división privilegiada del fútbol argentino. Descanso, pretemporada, amistosos,
refuerzos, todo parecía que este año era la consolidación como equipo. No pasa
nada todavía, perdió en casa y afuera. Solo consiguió un punto de los nueve
disputados.
¿Qué pasó?. Fixture difícil,
jugadores claves lesionados, bajo rendimiento, equivocados planteamientos tácticos, pueden ser algunas de
las respuestas a la pregunta. Lo cierto es que el representante de Tucumán en
primera división no cumplió ni la mitad de las expectativas creadas.
Por su parte San Martín va de
mal en peor. Terminó el año mal y sigue peor. No está ni cerca del rendimiento
esperado por todos sus seguidores. Es un equipo sin ideas, fácil, con jugadores
que está lejos de sus rendimientos habituales. Nadie lo respeta ni afuera ni en
La Ciudadela. Para colmo Carlos Roldán no encuentra el rumbo. Lejos de los
primeros, sin preocupación por el promedio, debería comenzar a probar con
juveniles, buscando afianzar un equipo para el futuro.
Falta mucho dice la
programación que resta. Pero en las condiciones en que se encuentran los dos
equipos el panorama no es alentador para ninguno de los dos.
Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com
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