El gobierno brasileño estableció como prioridad la aprobación en el Congreso del nuevo marco regulatorio del Petróleo y envió un pedido para que ese proyecto sea tratado en calidad de "urgente", informó ayer la Agencia Brasil, oficial.
"El gobierno debe hacer todo para que ese proyecto se apruebe a la mayor brevedad posible", declaró el presidente del Senado, José Sarney, aliado al Poder Ejecutivo.
El ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha,
dijo que para el Palacio del Planalto es "prioritario" que el
Legislativo apruebe esos proyectos en breve, ya que en el
segundo semestre habrá menos actividad parlamentaria debido a
las elecciones presidenciales.
Las iniciativas giradas por la presidencia el año pasado
incluyen la ampliación de atribuciones de la empresa estatal
Petrobras, la creación de un Fondo Social financiado con
recursos petroleros y el control estatal del crudo ubicado en
los grandes pozos descubiertos en los últimos años.
Las riquezas obtenidas de las nuevas reservas "serán
invertidas en el desarrollo social a través de programas de
combate a la pobreza", dijo hoy el presidente, Luiz Lula da
Silva.
"Por primera vez en nuestra historia el desarrollo será utilizado no para enriquecer a una minoría sino para beneficiar a toda la población", sostuvo el mandatario en su columna, publicada en varios diarios.
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