Tres de los mayores exportadores de azúcar del mundo, Australia, Brasil y Tailandia, cuestionaron una decisión de la Unión Europea que pretende aprovechar el aumento de la demanda y de los precios para colocar en el mercado partidas del producto superiores a las cuotas autorizadas por la OMC.
Por Gustavo Capdevila, para IPS.
En una declaración conjunta, los tres países manifestaron preocupación por la
expansión anunciada el 28 de enero por la Unión Europea (UE) y lamentaron que
haya sido adoptada sin previa consulta.
Australia, Brasil y Tailandia
obtuvieron fallos favorables de un grupo especial y posteriormente del Órgano de
Apelación del Mecanismo de Solución de Diferencias de la OMC (Organización
Mundial del Comercio), en la causa caratulada "Comunidades Europeas:
Subvenciones a la Exportación de Azúcar", que se extendió desde 2002 hasta 2005.
Los dos tribunales de la OMC establecieron que la UE había infringido
cláusulas del Acuerdo de Agricultura que prohíben subvenciones a la exportación,
en forma de pagos, financiadas mediante medidas gubernamentales superiores a los
límites comprometidos por las autoridades europeas.
En esas condiciones,
el tope de las exportaciones europeas de azúcar autorizadas se ubica en
1.273.500 toneladas anuales, para un mercado internacional que oscila en unas 50
millones de toneladas del producto.
La UE, como Estados Unidos, utiliza
el recurso de las subvenciones para cubrir los desequilibrios de sus
agricultores ineficientes en relación con los productores de otros países, en
general del mundo en desarrollo, que obtienen mayores rendimientos a menores
costos.
La erradicación de las subvenciones a las exportaciones
agrícolas es uno de los puntos que se discuten en la Ronda de Doha, un proceso
de negociaciones iniciado en 2001 en la capital de Qatar, que se arrastra
todavía sin aparente solución a la vista.
Las autoridades europeas
arguyeron que el comportamiento de los precios del azúcar las faculta a ignorar
el techo fijado por la OMC a sus exportaciones.
El precio de la libra de
azúcar en el mercado internacional se ubicaba en 12,10 centavos de dólar, según
las cotizaciones de noviembre de 2008 consignadas por la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El último
día de transacciones de enero de 2010, el precio del azúcar había llegado a 29
centavos.
Sin embargo, Australia, Brasil y Tailandia discreparon con la
interpretación de que las distorsiones comerciales producidas por la UE con sus
exportaciones subvencionadas hayan quedado eliminadas con "circunstanciales
precios internacionales elevados".
Roberto Azevedo, jefe de los
negociadores brasileños ante la OMC, observó que los reembolsos que los
productores europeos dejan de percibir a causa del reciente aumento del precio,
constituyen solamente uno de los elementos del régimen del azúcar de la UE
adaptado a las sentencias del Mecanismo de Solución de Diferencias del sistema
multilateral de comercio.
Es un error deducir que la suspensión de los
reembolsos a los productores azucareros es suficiente para liberar a la UE de
sus obligaciones de respetar el techo de 1.273.500 toneladas, dijo Azevedo.
Por otro lado, la UE tiene la obligación, conforme establece el artículo
10.3 del Acuerdo de Agricultura, de demostrar que las exportaciones que superan
el tope establecido no están subvencionadas, insistió.
La disposición
mencionada por Azevedo invierte la carga de la prueba habitual, estipulando que
cuando el reclamante ha demostrado que el demandado está exportando un producto
en cantidades superiores a su nivel de compromiso, incumbirá al demandado (la
UE) demostrar que ese volumen de exportación excedentario no está subvencionado.
El representante de Australia, Peter Grey, se declaró preocupado en
extremo ante la posibilidad de que la decisión de la UE estimule a los
productores de esa región a reclamar ulteriores aumentos de la cuota de
exportación.
Grey advirtió también de que medio millón de toneladas –la
cantidad extra que pretende exportar la UE-- representa un volumen sustancial de
azúcar que puede tener un efecto marcado en las operaciones internacionales.
Los tres países examinan las medidas que podrán emprender para detener
el aumento de las exportaciones europeas. "Evaluamos acciones en distintas
áreas, bilaterales, plurilaterales y también en el mecanismo de solución de
diferencias de la OMC", refirió Azevedo.
El negociador brasileño subrayó
que toda el azúcar producida en la UE es subvencionada. En consecuencia, todas
las exportaciones europeas de azúcar que superen el límite comprometido por la
UE caen en la categoría de subvenciones prohibidas, diferentes de las
subvenciones recurribles, como contempla el acuerdo sobre esa materia de la OMC.
Las subvenciones prohibidas están supeditadas a objetivos determinados
de exportación o a la utilización de productos nacionales en lugar de
importados. Son prohibidas porque están destinadas específicamente a
distorsionar el comercio internacional.
En el caso de las subvenciones
recurribles, el país reclamante debe demostrar que ese tratamiento preferencial
tiene efectos desfavorables para sus intereses. Si el demandante no prueba el
perjuicio, la subvención se autoriza.
Brasil, Australia y Tailandia
figuran a la cabeza de los exportadores mundiales del producto. La Unión de la
Industria de Caña de Azúcar de Brasil estimó que el déficit mundial del producto
y la incertidumbre sobre la producción de algunos países determinaron que los
precios mundiales se dispararan, permitiendo un avance sustancial de las ventas
de ese país sudamericano.
Por Gustavo Capdevila, para IPS.
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