El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, reducirá en los próximos días su ritmo de trabajo, a raíz de una recomendación médica, y la semana pasada, cuando sufrió una crisis de hipertensión, dejó de fumar.
Asesores presidenciales informaron ayer que el presidente celebró junto con la ministra jefa de la Casa Civil y precandidata presidencial, Dilma Rousseff, el resultado de la encuesta CNT/Sensus, según la cual el apoyo al jefe de estado se mantuvo en suba en enero, para llegar a 81,7%.
También durante su programa de radio semanal "Café
con el Presidente", Lula dijo que goza una "salud muy buena,
gracias a Dios", pero que "no puede bromear" al respecto, por lo
que seguirá trabajando pero "con un poco más de cuidado".
"Yo tengo que trabajar de verdad, trabajar más... Me voy a cuidar, pero voy a seguir trabajando, aunque me cuidaré también más", aseguró.
Lula, alcanzó una aprobación de 81,7%, en enero, casi 3%
superior a la que se le atribuyó en noviembre, según un sondeo, en el que se observa que el mandatario, pese a no
ser candidato a un tercer período, es quien recoge la mayor
intención de votos.
Según una consulta divulgada ayer Lula, electo en 2002 y
reelecto en 2007, logró en enero su mayor aceptación de los
últimos meses y su popularidad se sitúa próxima a la conquistada
en enero de 2003, a poco de asumir, cuando trepó a cerca de 84%.
La desaprobación al presidente, en tanto, fue de 13,9% en
enero, 0,7% más baja que la computada en noviembre.
La Constitución brasileña prohíbe dos reelecciones
consecutivas por lo que Lula no se postulará en los comicios
presidenciales del 3 de octubre.
Aún así, encabeza las intenciones de voto espontáneas (el
encuestador no sugiere nombres de candidatos) con 18,7 %,
frente a 9,5% de Dilma Rousseff, oficialista, y 9,3% de José
Serra, opositor.
Como se reportó en otros estudios, esta encuesta confirma
que la imagen del gobierno suele ser peor que la del presidente.
De acuerdo con el sondeo divulgado ayer el gobierno registró
un aval de 71,4 % en enero, 1,4% más alta que en noviembre de
2009.
"La situación de la economía se percibe en la actitud del
electorado hacia el gobierno" expresó hoy Ricardo Guedes,
responsable de la encuesta realizada por el instituto Sensus y
financiada por la Confederación Nacional del Transporte.
El Insituto Sensus entrevistó a 2.000 personas entre el 24 y
29 de enero en 136 municipios ubicados en 24 de los 27 estados
brasileños.
Según Ricardo Guedes, Lula evitó el desgaste de 7 años en el poder apoyándose en una política de "distribución de renta" y una "mejora en los índices económicos" como el aumento de las reservas y del Producto Interno Bruto en los últimos años, pese a que en 2009 no creció.
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