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AMPLIARParientes de turistas varados reunidos en Plaza Independencia

Rescatan a 215 turistas varados en las cercanías de Machu Picchu

Unos 215 argentinos fueron rescatados de la localidad peruana de Aguas Calientes tras el desmoronamiento que los sorprendió cuando ascendían a Machu Picchu. En Tucumán padres de turistas que están varados se reunieron con el gobernador interino.

El gobierno nacional mandó dos aviones al Perú

"Llegaron a Cusco unos 215 turistas quienes están alojados en hoteles y refugios, mientras que aún quedan otros 300 en Aguas Calientes, la mayoría de ellos entre 19 y 29 años", dijo al consejero Leandro Fernández, de esa sede diplomática.

En este sentido, ayer en Plaza Independencia, familiares de turistas varados en Aguas Calientes se reunieron para luego dialogar con el gobernador interino, Regino Amado, para pedirle que interceda ante el Gobierno nacional para que rescaten a su gente. Aseguran que están a salvo pero siguen la situación con mucha incertidumbre.

“Nos sorprende que la mayoría de los rescatados sean estadounidenses, peruanos o australianos y argentinos muy pocos”.

En referencia a la llegada a Perú de los aviones que traerán de regreso al país a los turistas argentinos, tras las respectivas instrucciones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el consejero Fernández precisó que "el avión Hércules C-130 está llegando a Cusco y allí trasladará mañana a primera hora al primer contingente de turistas hacia Lima, de allí abordarán el Fokker de la Fuerza Aérea que los llevará de regreso a la Argentina".

El puente aéreo establecido entre Cusco y Aguas Calientes para rescatar a más de mil turistas de diversas nacionalidades –entre ellos unos 700 argentinos- funcionó el miércoles por más horas y con más aparatos, debido a que mejoraron las condiciones climáticas.

El embajador argentino, Darío Alessandro, estuvo en Aguas Calientes durante algunas horas para organizar con más precisión desde allí el operativo de evacuación, terminar de identificar a los argentinos y conocer las necesidades de los turistas.

El diplomático informó que también pudieron localizarse a ocho argentinos que habían subido por un camino alternativo a Machu Picchu y que estaban varados en un paraje conocido como Santa Elena.    

El cónsul en Lima, Gabriel Volpi, explicó que uno de los inconvenientes que se presentarán "es que, como la mayoría de los chicos que viene al Machu Picchu no lo hace por una agencia de viajes que le puede cambiar el pasaje que perdieron, habrá que  coordinar la vuelta", después de que sean rescatados.

Ayer a las 6, llegará al aeropuerto internacional de Ezeiza la joven Romina Campo, quien compartía con la fallecida Lucía Ramallo Sarlo, de 24 años, la carpa aplastada durante el aluvión de piedras y tierra ocasionado por el desmoronamiento, a raíz de las intensas precipitaciones.

Campo pudo ser rescatada por los guías, aunque resultó herida y permaneció en Cusco junto con dos amigos, con quienes había programado el viaje.

En tanto, el cuerpo de Ramallo Sarlo, la joven oriunda de City Bell, partido bonaerense de La Plata, será trasladado hoy desde Cusco a Buenos Aires.

La Embajada Argentina "actuó en forma conjunta con la de Brasil y la de Chile para dar solución a las necesidades de los turistas varados y eso resultó clave para asistirlos", informaron fuentes de la cancillería argentina.

Unos 3.000 turistas de diversas nacionalidades tuvieron que permanecer desde el martes pasado en Aguas Calientes, camino a la ciudadela de Machu Picchu, debido a que las intensas lluvias interrumpieron el servicio ferroviario que une a esta localidad con Cusco.

La asistencia por momentos no pudo concretarse debido a que las condiciones climáticas no permitían establecer un puente aéreo, por lo que muchos turistas tuvieron poca comida y agua, mientras que en Aguas Calientes se encarecieron los precios de los alimentos y las bebidas y no se podía operar con tarjetas de créditos.

Las precipitaciones que afectaron a las regiones de Cusco y Apurimac causaron 10 muertos y centenares de damnificados, mientras que colapsaron viviendas, rutas, carreteras y puentes, por lo que el gobierno peruano declaró en emergencia a la región por 60 días.