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Honduras: Lobo asume en un país dividido

Porfirio Lobo asumirá hoy la presidencia de Honduras, tras unas elecciones muy cuestionadas, con poco respaldo internacional y en medio de protestas de la resistencia, que mantiene las mismas demandas surgidas tras el golpe de estado del 28 de junio a Manuel Zelaya.

Lobo ganó las elecciones del 29 de noviembre bajo el régimen de facto que encabeza Roberto Micheletti, triunfo que fue arrollador por el fuerte abstencionismo de los sectores que adhieren al Frente de Resistencia Contra el Golpe de Estado.

La campaña se realizó con el país sitiado por militares y policías, acusados de múltiples asesinatos y desapariciones.

    Zelaya fue derrocado y expatriado a Costa Rica por los militares en una conspiración apoyada por la mayoría de los diputados del Congreso, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los titulares del Ministerio Público y de la Procuraduría General, empresarios, la jerarquía de las iglesias católica y evangélicas, y miembros de organizaciones civiles. Todos ellos se opusieron a la realización de una consulta popular no vinculante, para preguntar a los hondureños sobre si poner o no en marcha un proceso para reformar la Constitución, para permitir que la democracia pase de ser representativa a participativa, según el gobernante constitucional depuesto.

    Los opositores a la consulta, aglutinados en la Unión Cívica Democrática (UCD), acusaron a Zelaya de pretender la reelección, siguiendo los pasos de otros mandatarios de países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), de la cual Honduras pasó a formar parte el 25 de agosto de 2008.