La nueva tecnología no invasiva se encuentra en el Hospital Universitario Austral. Puede utilizarse para tratar desde problemas de ronquidos hasta lesiones ginecológicas.
El único láser robótico de dióxido de carbono de América Latina desembarcó en la Argentina. Se trata del modelo AcuPulse, de Lumenis, tecnología de última generación.
"La asistencia robótica para la aplicación del láser nos ayuda a mejorar la precisión quirúrgica y el pulso . Mejora la performance general y los resultados ", afirmó José Llorens, especialista en la técnica y miembro del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Austral (HUA), donde se encuentra el aparato.
Según explicó el experto, el láser cuenta con una pantalla táctil en la cual el profesional ajusta los parámetros automáticos para cada operación, y almacena los datos de los pacientes.
El equipo, que funciona con éxito desde hace algún tiempo en Europa y los Estados Unidos, se utiliza en el HUA para patologías dentro del campo de la otorrinolaringología y de la ginecología.
En el primer caso, permite tratar desde enfermedades en las cuerdas vocales hasta cáncer de laringe, el sexto más frecuente entre los hombres. Así, en los casos de tumores en los que era necesaria la operación a cielo abierto ahora se podrá aplicar este láser de dióxido de carbono y volver a esta intervención mucho menos invasiva , con la posibilidad de retirar el tejido dañado sin lesionar el sano . Este tratamiento se efectúa por vía transoral, es decir que se aborda a través de la boca, sin necesidad de incisiones en la piel.
También es efectivo para tratar los ronquidos, las patologías relacionadas con la mala respiración nasal y la infección crónica de las amígdalas. "Al tratarse de un aparato chico y transportable, hacemos varias cirugías con anestesia local y fuera del quirófano. A la media horael paciente ya puede regresar a su casa, con muy poco dolor y escasas complicaciones ", explicó Llorens.
El nuevo láser también es utilizado para tratar infecciones por papilomavirus humano (HPV), tanto en la vagina como en el conducto anal. "Lo empleamos para destrucciones locales. Son cirugías ambulatorias que no duelen y con una excelente recuperación estética porque no quedan cicatrices", sostuvo el ginecólogo Gustavo Rebagliati.
Según añadió el especialista Guillermo Rosato, en el pasado se empleaba para realizar este tipo reintervenciones bisturí, tijera o electrobisturí. "Se destruía mucho tejido, con lo cual era más doloroso para el paciente y la recuperación era más lenta", señaló. Ahora, gracias a este nuevo aparato los profesionales pueden "llegar a sitios inaccesibles por otros métodos", dijo.
"Contar con esta tecnología nos ubica realmente a la vanguardia del tratamiento de patologías como las mencionadas", concluyó Llorens.
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