La Paz, 22 ene (ABI).- El vicepresidente Álvaro García Linera afirmó que el segundo mandato del presidente Evo Morales, que se inició el viernes y concluirá en 2015, marca el fin del "Estado aparente" para dar paso al "Estado integral", con horizonte socialista.
"Nuestra modernidad estatal, la que vamos a construir y la que estamos construyendo con el liderazgo popular es muy distinta a la modernidad capitalista y hay que ponerle nombre. Nuestro horizonte estatal es un horizonte socialista", aseguró en el acto de investidura del segundo mandato del Presidente indígena.
En un magistral discurso, García Linera, parafraseó al más
prominente pensador marxista boliviano del Siglo XX, René Zabaleta
Mercado y al filosofo marxista Antonio Gramsi para argumentar el cambio
trascendental que, a su juicio, se constituye en el punto de inflexión,
en un antes y un después, del Estado colonial y el nuevo Estado
Plurinacional.
Dijo que Zabaleta acuñó un pensamiento para entender a Bolivia: el
Estado aparente, un Estado ilusorio, que no logra resumir ni
sintetizar, no logra condensar a la totalidad de la población, sino
solamente representa a un pedazo privilegiado de la sociedad.
Es aquel que no logra articular la territorialidad, sus regiones
sino que representa y unifica pedazos aislados, fragmentados del
territorio patrio, reflexionó.
"Estado aparente era también para Zabaleta aquel Estado que no
logra incorporar los hábitos, la cultura y las formas de organización
política de la sociedad", remarcó.
Por lo tanto, dijo que es un Estado parcial que solamente
representa a un pedazo de la sociedad, que solamente articula un
fragmento del territorio, que solamente articula ciertos hábitos
políticos y deja al margen, discrimina, deja de lado a otros sectores
sociales, a otros territorios y a otras regiones y a otras prácticas
políticas.
García Linera aseguró que Bolivia tuvo desde 1825 hasta 2005 (180
años), fue un Estado aparente, porque "excluyó en primer lugar a la
mayoría indígena", al recordar que Bolivia es un país de mayoría
indígena y que seguirá con esa característica por muchos años más.
"Esa mayoría indígena no fue incorporada, reconocida en su cultura,
en sus héroes, en su tradición, en su accionar política, en su
presencia y en su ciudadanía. La ciudadanía que instauró la República
Liberal fue la ciudadanía de casta, de apellido y de chequera", subrayó
al calificar esta acción como la primera falla "tectónica" del Estado.
Acción que, certificó, perforó la estructura de la República
liberal desde su nacimiento en un ejercicio que se denomina comúnmente
colonialismo y racismo, que caracterizó al Estado desde 1825 hasta
2005, año de la investidura del primer mandato del presidente indígena.
En ese contexto pernicioso, dijo que Bolivia debe orientarse a un
Estado integral, que el filósofo marxista Antonio Gramsi define como
aquel en el que hay una correspondencia entre la sociedad civil, los
ciudadanos, las regiones, lo trabajadores, las clases sociales y su
representación política estatal.
"Es aquel aparato gubernamental que une y sintetiza a todos los
sectores sociales, a las clases a los grupos nacionales a las regiones
a las colectividades y Estado Integral, pleno es aquel en el que hay un
liderazgo moral, intelectual y político que permite unir a todos",
remarcó.
En esa dirección señaló que Bolivia se apresta a vivir un nuevo
porvenir, un nuevo Estado que no va a ser colonial, porque garantizará
la igualdad; que no será patrimonial, porque distribuirá la riqueza;
que no será centralista porque garantizará la autonomía y que no será
más mendigo porque garantizará la soberanía material.
"En Bolivia está sintonía entre sociedad y Estado, esta
descolonización, está despatratrimonilización del Estado no lo han
hecho, no lo podían hacer las viejas clases dominantes, porque vivían
del colonialismo, vivían del patrimonialismo, lo han tenido que hacer
las clases populares, los movimientos indígenas y eso no es poco
porque eso cambia la naturaleza del Estado", consideró y anticipó que
esa consolidación del Estado Integral debe llevar necesariamente a un
Estado socialista.
Argumentó que el socialismo es bienestar, "es comunitarizar la
riqueza, es lo que hacían nuestros antepasados solamente en una escala
mayor, con tecnología con modernidad productiva".
Reconoció que no será fácil y que ese proceso puede tardar décadas,
"quizás tardemos siglos, pero está claro que los movimientos sociales
no pueden ser poder sin plantearse un horizonte socialista y
comunitario para ser construido con la voluntad de todo el pueblo en
base al bienestar, al vivir bien", remarcó.
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