El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, acusó ayer a la oposición de plantear un "juego rastrero" con ataques de baja categoría a su gobierno, de cara a la campaña electoral para los comicios presidenciales de octubre próximo.
En su primer discurso de 2010, el presidente Lula avisó que es un gran luchador de 'capoeira' (danza y lucha afrobrasileña) para defenderse de los posibles ataques de la oposición hacia su gobierno.
"Vamos a tener elecciones este año. Será un año muy
caliente", dijo Lula en un acto ante alcaldes de ciudades de
menos de 50.000 habitantes, para otorgales créditos del megaplan
de viviendas populares Mi Casa Mi Vida que auspicia su gobierno.
El presidente Lula estuvo acompañado por la jefa de la Casa
Civil, la ministra coordinadora, Dilma Rousseff, candidata del
Partido de los Trabajadores (PT), que seguramente enfrentará al
opositor José Serra, gobernador de San Pablo.
"Espero que mis adversarios, que son muy ilustrados, quieran
hacer un debate de alto nivel. Pero por lo que veo van a
intentar golpear arriba del pecho. Lo que ellos no saben es que
hago capoeira y estoy muy preparado para no dejar que los
ataques me lleguen al pecho", desafío el mandatario.
El mandatario les dijo a los alcaldes de las ciudades pequeñas de Brasil que no acepten el "juego rastrero" de la relación entre los municipios con el gobierno federal.
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