Aunque en estos momentos suene mal que se hable de fútbol en los pasillos del estadio `Monumental`, el mundo River sigue su curso con un plantel de poca jerarquía, que perderá a su mejor jugador en la primera mitad de 2010.
Este plantel de River no para de sufrir sinsabores: últimos por primera vez en la historia del club, problemas internos, que comenzaron con la pelea de Ameli y Tuzzio, los vaivenes de la vida de Ariel Ortega, el doping positivo de Rodrigo Archubi y un promedio del descenso que ya asusta a los hinchas "millonarios".
Si el entrenador de River, Leonardo Astrada, tenía una columna vertebral de refuerzos que le presentó en lista al presidente `millonario`, Daniel Passarella, ahora el panorama se modificó, desde las necesidades tácticas hasta las económicas.
Es que Buonanotte era el único jugador con ofertas concretas, en un plantel donde hay muchos de sus integrantes que son propiedad de grupos empresarios y le dejarían pocas ganancias a River en el caso de una venta.
"Se necesitarán siete meses de recuperación”, anticipó el médico de River Héctor Cavalieri, por lo que la carrera de Buonanotte se vería interrumpida, lo mismo que las ofertas por él y la incertidumbre que se le agrega por su estado de salud y perfil psicológico después del accidente.
"Va a ser dura la parte psicológica y ahí será vital nuestro apoyo y el de River. Hay que priorizar a la persona: si vuelve al fútbol o no es secundario, porque es algo que lo va a marcar para toda la vida", explicó su compañero Matías Almeyda, resumiendo el sentimiento del resto del plantel.
Más allá de lo que el oriundo de Teodelina, Santa Fe, le podía aportar al equipo, los dirigentes "millonarios" también perdieron una posibilidad de venta al Atlético Madrid a mitad de año con un ingreso inmediato para las cuatro incorporaciones que se permiten por equipo en cada mercado de pases.
Un defensor central, un lateral por izquierda, un mediocampista zurdo y un delantero ya no serían las prioridades de Astrada, que primero deberá semblantear el estado de ánimo de sus dirigidos en la vuelta al trabajo.
Hasta el accidente de Buonanotte, entre rumores, reuniones y negociaciones que no llegan a buen puerto transcurría el receso futbolístico para los dirigentes de River, quienes no pudieron complacer al cuerpo técnico, y ahora el panorama es mucho más complejo.
El tema incorporaciones para la cúpula dirigencial quedó en un segundo plano ante la situación de Buonanotte, lo mismo ocurre con el cuerpo técnico, pero la recuperación de la contusión en el pulmón derecho será larga, y la mejoría del mediocampista inversamente proporcional al funcionamiento del equipo.
Está claro que a los dirigentes de River y al mundo del fútbol le interesa el Buonanotte "persona”, pero ante la evolución favorable del `Enano`, que le demandará un proceso largo, habrá que ver cómo se las ingenian en Núñez para torcer un rumbo que parece signado por la preocupación del promedio.
En definitiva será un 2010 en el que Astrada deberá mostrar su muñeca de entrenador y arreglarse con lo que tiene: si el resultado es positivo se dirá que el plantel fue fuerte y superó las adversidades, y si las cosas no salen, que fue un golpe duro.
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