El presidente brasileño Luiz Lula da Silva, que visitó obras en una favela (barrio pobre) de Río de Janeiro, respaldó el fortalecimiento del Estado para implementar políticas sociales, mientras la oposición cuestiona el carácter "electoralista" de esas propuestas.
El mandatario visitó 192 departamentos en construcción y otras obras en la barriada Complexo do Alemao, una de las más violentas de Río, en el marco de los proyectos financiados con recursos del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), lanzado en 2007, al inicio del segundo gobierno lulista.
Lula aspira que el próximo mandatario, que iniciará su
gestión en enero de 2011, dé continuidad a los programas de
obras públicas.
"Si ellas (obras públicas) pararan será un retroceso para
Brasil", aseveró Lula ante vecinos de una favela carioca.
Durante una cena con empresarios en Río de Janeiro, Lula
repitió sus argumentos a favor del fortalecimiento del Estado,
discurso que ha reforzado en los últimos meses, cuando el
gobierno destinó fondos públicos para reactivar la economía
afectada por la crisis económica global.
"No imaginen un país con carga tributaria leve", aseguró el
presidente, pese a los reclamos empresariales por reducción de
la carga impositiva, que ronda el 36%, sumando tributos
federales y estaduales.
"Es sólo ver el ejemplo de Estados Unidos y Europa" que para
costear un "Estado de bienestar" aplican políticas tributarias
agresivas, citó Lula.
El gobierno aumentará en 2.000 millones de reales (unos
1.150 millones de dólares) los recursos del PAC en 2010, informó
el diputado oficialista Geraldo Magela, relator del proyecto de
Presupuesto que se trataba en el Congreso.
La discusión presupuestaria pasó a un cuarto intermedio a
pedido de diputados del opositor partido Demócratas, que
cuestionan el "excesivo" aumento de gastos en 2010, que lo
atribuyen a la intención "electoralista" del gobierno, para
agradar a la sociedad en un año en que habrá comicios
presidenciales.
Además de expandir los fondos para obras públicas el proyecto enviado de Prespuesto del Ejecutivo contempla más dinero para el programa social Bolsa Familia, que contará con cerca de 6.000 millones de dólares en 2010, y el aumento del 9,7% del salario mínimo, que subiría de 465 reales a 510 (cerca de 300 dólares).
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