El gobierno brasileño del presidente Luiz Lula da Silva alcanzó el 72% de aprobación, la más alta desde que se inició la gestión en enero de 2003, al tiempo que sus ministros prometen aumento de salario mínimo y ampliar la Bolsa familia en 2010, año de elecciones presidenciales.
La evaluación positiva de la administración creció 5 puntos en diciembre respecto del sondeo anterior, realizado en agosto, por la consultora Datafolha, publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo.
Mauro Paulino, director de la encuestadora, señaló que estos
son los más altos alcanzados por un gobierno desde 1990, cuando
se iniciaron estas mediciones periódicas de opinión pública.
La población de menores ingresos, que cobra entre 1 y 5
salarios mínimos (250 y 1250 dólares), es la que mejor impresión
tiene del gobierno: el 73% de las personas pertenecientes a ese
grupo socioeconómico respalda a la administración de Lula.
Hubo algunos factores puntuales que incidieron en la suba de
5 puntos detectada entre agosto y diciembre.
La elección de Rio de Janeiro como sede de los Juegos
Olímpicos de 2016, en los que Lula tuvo una participación
activa, fue uno de ellos, según Datafolha.
"Las apariciones internacionales del presidente Lula han
contribuido mucho para esta evaluación positiva" señaló el
experto Paulino.
Entre tanto el 26% de los brasileños entrevistados
calificaron como regular o pésima a la actual gestión.
Pese a la mejora en la imagen del gobierno, ésta sigue siendo
peor que la de Lula, cuya popularidad personal supera el 80%, de
acuerdo con sondeos recientes.
La encuesta publicada hoy muestra que Lula cuenta con el 20%
de las intenciones de voto para las elecciones presidenciales
del 3 octubre de 2010, en las que no será candidato, contra el
8% del segundo, José Serra, del opositor Partido de la
Socialdemocracia Brasileña.
Esos datos son de consultas espontáneas, en las que el
entrevistado dice a quien daría su voto sin que el encuestador
le plantee nombres.
Por otra parte Datafolha indica que el gobierno tiene su
respaldo más alto en el noreste, la región más pobre del país, y
de la cual es oriundo Lula, donde consiguió el 81% de apoyo.
En cambio, en sur brasileño, la zona con mayor ingreso per
capita del país, la aprobación del gobierno cae al 62%.
La encuesta tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales y es en ella fueron consultadas 11.429 personas en todo el país entre los días 14 y 18 de diciembre.
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