Apenas el más ligero movimiento de cintura, mientras pasa la aspiradora, se sienta en el autobús o simplemente camina por el living de su casa, es suficiente para que la británica Joleen Baughman, de 39 años le comience a subir la temperatura.
Cuando la mujer se accidentó manejando su auto hace dos años, no imaginaba lo que una lesión en la pelvis le podría ocasionar
“Es insoportable. Sólo con el roce de la ropa comienzo a excitarme y ya no puedo siquiera pensar con claridad. Es muy vergonzoso”, agregó la mujer según informó el diario británico Daily Telegraph
Madre de dos hijos y oriunda de Nuevo México, Estados Unidos, Joleen tuvo un accidente en abril de 2007 cuando iba en una camioneta con su marido, Brian, y un conductor bajo efecto de drogas los chocó de frente.
La mujer, que es oftalmóloga, fue sometida entonces a una cirugía por una herida en la cabeza, además de otras que sufrió en el cuerpo, incluyendo costillas rotas, lo que ocasionó que pasara varias semanas en un hospital.
Lentamente comenzó la recuperación en su casa, aunque seis meses después empezó a sentir los primeros síntomas de un efecto inesperado. “Primero fueron unos deseos sexuales urgentes. Surgían de la nada y me atrapaban completamente”.
“Podían durar todo el día. Estaba shockeada, porque nunca me había pasado algo así”, agregó la mujer, quien confesó que aunque al principio la “novedad” fue bien recibida por su esposo, luego comenzó a notar que no había forma de satisfacer a su mujer e incluso el problema podía causarle dolores.
“Brian estaba extasiado, pensaba ‘ guau por primera vez en 20 años de matrimonio es ella la que quiere todo el tiempo sexo. Incluso yo creía que por fin podría darle lo que quiere a mi esposo. Pero teníamos sexo y yo no me sentía para nada satisfecha”, relató.
Según comentó la mujer, los médicos que la vieron le diagnosticaron Síndrome de Genitales Activos, también conocido como el Síndrome de Persistencia del Deseo Sexual.
“Si mi esposo quería ir por el tercero, comenzaba el sufrimiento, pero yo seguía aun insatisfecha”, agregó Baughman, quien pidió ayuda médica para superar el problema que le ocasiona el daño en un nervio de la pelvis.
“Seguramente muchos se ríen o tienen ‘ese tipo’ de pensamientos sobre mi problema, pero les aseguro que vivir esto todos los días es muy agotador”, finalizó la mujer.
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