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AMPLIARLa profesora Rossana Nofal junto a el poeta Oscar Barrionuevo y el libro

Buscando el lugar de escritor

Una manera de definir el Taller de Producción Literaria, dictado por la profesora Rossana Nofal en Filosofía y Letras. La semana pasada la editorial de la UNT publicó “Lugar de escritor”. Un libro con textos de doce estudiantes que cursaron la materia durante el 2006. “Después de esta publicación quizás algunos serán escritores o serán los docentes que necesitamos”, comentó.

“La literatura siempre es política”, añadió.

“Este taller significa un gran desafío, el de sumar voluntades. Salimos casi como mercenarios al campote batalla, porque es una materia electiva, en un plan de estudio nuevo. Donde estamos todos los años expectante a que el consejo acepte la propuesta”, comentó la doctora en Letras Rossana Nofal, que actualmente dicta un Taller de Producción Literaria. La semana pasada la editorial de la UNT publicó “Lugar de escritor”. Un libro con textos de doce estudiantes que cursaron la materia durante el 2006.

“El libro supone el resultado de una materia, en la cual se trabaja todo el tiempo con lectura y escritura. Es una manera de sacar públicamente producciones. De esta manera el escritor logra confrontar con lectores”, explicó.

Al respecto indicó que el taller “surge como una necesidad de dar respuesta a una demanda de los chicos que era pensar el espacio de producción de distintos tipos, dentro de la carrera. Una de ellas es la literaria”.

En el taller, el compromiso de los alumnos es total. Un espacio democrático, donde los estudiantes se sientan en ronda y la profesora lee textos, y da algunas pautas concretas para comenzar la producción literaria. El compromiso radica en hacer. En ser lector de su propia obra, en la autocrítica.

“Este libro surgió por la inquietud de los alumnos del primer taller, dictado en el 2006, para que se editen los textos”, dijo la docente.

¿Cómo fue la selección de los textos?

Los autores, vial e-mail, tenían que mandar sus textos publicables. Muchos mandaron dos o tres y el espacio dio para publicar los mejores.

¿Por qué en una carrera como Letras, prácticamente, no existen materias donde el alumno realice producciones propias?

Hay espacios que no se aprovechan, pero también a veces los docentes hacemos la propuesta y no necesariamente hay una respuesta por parte de los chicos. Sin embargo está bueno que los chicos tengan ahora la posibilidad de elegir esta materia, que por otro lado no es obligatoria, sino electiva al igual que la otra materia que dicto, Literatura Latinoamericana II. Pero que sea electiva también es interesante para que el estudiante se pregunte hacia dónde quiero ir, en qué espacio me quiero formar.

“Después de este taller, de esta publicación quizás algunos serán escritores o serán los docentes que necesitamos”.

Reflexionó Rossana y agregó que “muchas veces los maestros piden una redacción y nunca estuvieron en la situación de tener que atravesar la hoja en blanco y todo lo que eso supone en término de subjetividad”.

¿En estos tres años del taller, qué es lo que mas te llamó la atención?

Los itinerarios de los alumnos. Cuando comenzamos no sabíamos cómo definir las partes, quién es el docente, quién es el alumno, porque lo que se instala es el lugar de escritor. Al final del ciclo, cada uno analiza su propia producción y establece los cambios. Qué construimos, cómo comenzamos, hacía dónde íbamos y a dónde llegamos. Es muy llamativo como los chicos reescriben constantemente. Se les plantea que salgan de los lugares comunes, que saquen adjetivos.

“Lo importante es que se sumaron lecturas y escrituras nuevas. Me refiero a las novelas que se están publicando. Las estéticas que se debaten en el campo literario argentino. Además incorporamos la cuestión de la imagen mucho más fuerte. Incluso este año tuvimos un ciclo Martel, que fue muy productivo en términos de escritura”, mencionó.

Para terminar la profesora fue contundente, “la literatura siempre es política. Pero no puede ser solamente partidaria. El texto es una confrontación de voces absolutamente antagónicas encontradas en el espacio de la escritura”. Y agregó que “construir un espacio de debate real, posiciones y escritura es un logro de este grupo de estudiante. Está clara la construcción ideológica y también de consenso. Donde cada uno escucha al otro y aporta. Esto deberíamos hacer los docentes en los espacios que nos tocan estar”.

Para la publicación fue fundamental la colaboración del director del Departamento de Egresados y Bienestar Estudiantil, el poeta tucumano Oscar Barrionuevo.

Escriben: Blas Rivadeneira, Graciela Colombres Garmendia, Juan Carlos Mon, Laia Kaliman, Lucia Franchini, Maria Luisa Gomez Mendoza, Mariana Ines Maulu, Oscar Martin Aguirrez, Maria Sol Abate, Walter Daniel Ocaranza, Denise Leon y Sergio Paz.

Sebastián Ganzburg

sebaganzburg@gmail.com