"Quiero saber si el pueblo está en la mierda y quiero sacarlo de la mierda en la que se encuentra", afirmó el presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, al inaugurar las obras del programa de viviendas populares de su gobierno, en el estado de Maranhao, norte del país.
El presidente sostuvo que su gobierno fue el que más invirtió en sistemas de saneamiento urbano y destacó el plan social Mi Casa Mi Vida, que pretende la construcción de un millón de viviendas en dos años.
Lula defendió que las políticas del gobierno federal están disponibles para los municipios gobernados incluso por la oposición.
"No me interesa de qué partido es el alcalde. Ni quiero saber si es del
Partido de los Trabajadores (PT). Lo que quiero saber es si el pueblo
está en la mierda y yo quiero sacar al pueblo de la mierda en la que se
encuentra. Este es el dato concreto", afirmó en su discurso.
Lula dijo que la expresión usada tendrá repercusión en la prensa. "Los
comentaristas de los grandes diarios dirán que Lula dijo una mala
palabra, pero tengo conciencia de que ellos dicen estas palabras todo
el día y tengo conciencia de cómo vive el pueblo pobre de este país".
"Es por eso que queremos cambiar la historia de Brasil. Cambiar la
historia de Brasil no es escribir un nuevo libro, es escribir en verdad
una nueva historia de Brasil incluyendo a los pobres como ciudadanos
brasileños", aseguró.
El presidente evitó nombrar a la jefa de
ministros, Dilma Rousseff, precandidata presidencial del PT para las
elecciones del próximo año, pero alentó a la multitud a apoyarla.
"Pueden escribir: no hay vuelta atrás en Brasil. Quien gane las
elecciones está comprometido. Ningún doctor podrá hacer menos de lo que
yo hice. Yo sé quien hará mucho más, quien tiene competencia. Cuando
pueda, se los diré", dijo el ex sindicalista a la multitud, que coreó
el nombre de Rousseff.
La ministra más poderosa del gabinete de Lula está segunda en las
encuestas, detrás del socialdemócrata José Serra, gobernador de San
Pablo, opositor.
El presidente Lula dijo a periodistas, antes
del acto, que el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña
(PMDB) debe aportar tres nombres como posibles candidatos a
vicepresidente en la fórmula con Rousseff.
El PMDB, del ex presidente y titular del Senado, José Sarney, es el partido más grande de Brasil y el sostén parlamentario de la base aliada del gobierno de Lula.
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