Los presidentes del Mercosur se reunieron ayer en Montevideo, en la 38va cumbre del bloque regional donde coincidieron en señalar la importancia de avanzar en los mecanismos de integración y condenaron el golpe cívico militar ocurrido en Honduras.
En su intervención, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner definió que en el debate se había tomado dos ejes, uno político y otro económico.
En el primero, volvió a condenar la situación en Honduras y alertó
sobre las consecuencias de que el golpe cívico-militar-mediático siente
un "peligroso precedente en la región".
En lo económico que se
avanzó en la Cumbre, la Presidenta destacó los esfuerzos del bloque
regional por avanzar en la firma de un acuerdo con la Unión Europea y
anunció la reunión de mayo en España entre el Mercosur, la cumbre de
América Latina y el Caribe y la Unión Europea.
La reunión de los
mandatarios comenzó pasadas las 9 (hora argentina) con las palabras del
presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, quien al finalizar trapasó a manos
de Cristina Fernández de Kirchner la presidencia pro témpore del bloque.
Tabaré
realizó un recuento de su gestión en los seis meses que estuvo a cargo
y presentó a la fórmula presidencial electa en su país, José Mujica y
Danilo Astori, quienes permanecieron en el recinto durante las
deliberaciones.
También anunció la recepción por parte de los
mandatarios de un documento presentado por empresarios del Mercosur y
de la Unión Europea en el que manifestaron su respaldo a las
conversaciones entre los bloques para lograr un acuerdo.
Posteriormente,
el canciller uruguayo, Pedro Vaz, leyó un informe en el que detalló
cada una de las acciones realizadas por su gobierno al frente del
Mercosur.
A partir de allí, Tabaré fue dando la palabra a los
mandatarios de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Brasil,
Luiz Inácio Lula Da Silva; de Paraguay, Fernando Lugo y de Venezuela,
Hugo Chávez y a los representantes de Chile, Ecuador, Perú, Colombia y
México.
Lula da Silva, aseguró que la Cumbre del Clima en
Copenhague es "la oportunidad para los países en vías de desarrollo de
que nuestra voz sea escuchada".
Tras hacer un repaso de la
situación de su país a pesar de la crisis internacional, Lula felicitó
a Evo Morales por su triunfo en las elecciones del domingo y aseguró
que "los pueblos de Brasil y de Bolivia apostaron por el cambio".
También
destacó el trabajo conjunto con la presidenta argentina en mejorar el
funcionamiento del bloque regional y bromeó con el venezolano Chávez y
juntando sus manos, rogó "porque el Senado brasileño apruebe finalmente
la entrada de Venezuela al bloque".
Por su parte, el mandatario
paraguayo afirmó hoy la "decidida voluntad de su país en lograr una
genuina integración de nuestros pueblos" y advirtió que "cuanto más
marcadas sean las diferencias del desarrollo de las economías de los
países, más difícil será la integración".
Además agregó que "hay
que tener un criterio pragmático, no un Mercosur con diferentes
velocidades, sino un mecanismo donde avancemos todos".
También
destacó los triunfos de Evo Morales en Bolivia y de José Mujica en
Uruguay y lo contrastó con las elecciones convocadas por los golpistas
en Honduras: "Qué contraste el de las democracias en Uruguay y Bolivia
con la democracia en estado de coma de Honduras", sentenció.
A
su turno, el presidente venezolano, quien hizo uso de la palabra en dos
oportunidades, afirmó que más allá de que se demore la aprobación por
parte de Brasil y Paraguay de su ingreso al Mercosur, su país "seguirá
luchando por la unión" de los pueblos.
Chávez expresó además su "gran preocupación" por la presencia de las tropas estadounidenses en las bases militares colombianas.
"Lo
de las bases es una amenaza, siete bases para venir sobre nosotros en
cualquier momento", aseguró Chávez, quien agregó que "hemos detectado
mucho movimiento en las bases americanas de Curazao y Aruba, en el Mar
Caribe, salen y despegan aviones, tenemos la información", dijo.
El
presidente venezolano mostró también su rechazo hacia el golpe de
Estado en Honduras y alertó que "hay países aquí sentados que apoyan al
nuevo gobierno ilegal", en referencia a Colombia y Perú cuyos gobiernos
anunciaron que reconocen el gobierno surgido del golpe.
Chávez
afirmó también que su país seguirá "jugando fuerte por la unión". "La
integración beneficiará a todos los países, el Mercosur crece y llega
al Caribe. El Banco del Sur podría convertirse en el Banco del
Mercosur, necesitamos avanzar en una alianza energética del sur, en
cerrar la ecuación energética, como dice Cristina", concluyó en su
primera participación.
Luego, tras escuchar las intervenciones
de la canciller mexicana Patricia Espinoza y del vicepresidente
colombiano, Francisco Santos, el venezolano volvió a pedir la palabra
para contestarles.
Espinosa planteó la posición de su país a
favor del libre comercio y tras condenar el golpe en Honduras, bregó
por el diálogo y la búsqueda de consenso entre el presidente depuesto
Manuel Zelaya y el electo el 29 de noviembre, Porfirio Lobo, un
político liberal que apoyó el golpe de estado del 28 de junio.
Por
su parte, Santos, cuestionó la decisión de Venezuela de dejar de
comprar productos colombianos y lo definió como "bloqueo", además de
reiterar su decisión soberana de firmar el acuerdo con los Estados
Unidos para permitir la presencia de tropas estadounidenses en su
territorio.
Chávez pidió permiso para hablar, recordó que él era
un presidente y que no iba a polemizar con los representantes y lamentó
que no estuvieran los mandatarios Felipe Calderón de México y Alvaro
Uribe de Colombia.
Allí fue muy duro con la posición de México y
los acusó de "buscar una honrosa salida para los golpistas" al
cuestionar cualquier intento de legitimar el golpe de estado en
Honduras.
Sobre Colombia, reiteró los lazos históricos entre los
países, la "gran Colombia con la que soñó Simón Bolívar" y rechazó de
plano la acusación de bloqueo de parte de su gobierno que decidió,
desde hace unos meses, sustituir sus importaciones colombianas por la
de otros países vecinos. "Tenemos derecho a elegir a quién comprarle",
remató.
En el cierre del encuentro, el presidente uruguayo leyó
la declaración de los presidentes presentes en la que condenaron el
golpe de estado en Honduras y la ruptura del orden constitucional para
instalar un gobierno surgido de elecciones ilegítimas.
Al
finalizar, se realizó el traspaso oficial de la presidencia pro témpore
de manos de Tabaré Vázquez a Cristina Kirchner quien la ejercerá los
próximos seis meses.
Luego de cumplir con la ceremonia de la
foto oficial de encuentro, los mandatarios asistieron a una gala en el
Teatro Solís, a metros del la sede del Ejecutivo donde se realizó la
Cumbre y participaron de un almuerzo al que se sumó el presidente
electo José Mujica.
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