Llegados desde Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja y desde el interior catamarqueño una multitud de promesantes invadieron la capital. Emotiva procesión con la imagen de la Vírgen Morena. La fresca jornada acompañó a la larga caravana de vehículos que anoche comenzaba su retorno.
La capacidad hotelera estuvo colmada desde el domingo.
Una larga caravana de vehículos se registraba anoche en la salida de la capital catamarqueña. A esa hora finalizaba la procesión presidida por la Virgen del Valle y la desconcentración de miles de fieles y promesantes se hacía complicada.
Provenientes de Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja y del interior catamarqueño, la multitud copó practicamente todo el hospedaje disponible y se registróp una venta record de pasajes de omnibus.
En la noche del lunes un grupo de tucumanos, cansados por la travesía participaron junto a un nutrido contigente de ciclistas santiagueños de un asado donde no estuvieron ausente las "cargadas" y las risas en medio de la guitarreada.
En tanto, las calles de la capital catamarqueña estaban repletas de gente esperando el gran acontecimiento de la procesión. Por la diagonal a la Plaza se podía observar la llegada de promesantes que pasarían la noche en el lugar.
Todo se multiplicó en escenas de alegría, en la demostración de fe multitudinaria que arrancó desde las 8 de la mañana hasta casi las 21, cuando finalizó la procesión. Muchos se decidierona pasar una nueva noche en la capital catamarqueña, mientras que otros decidieron a encarar el retorno, a pié, en bicicletas, en moto, en ómnibus o directamente en vehículos, que en larga y silenciosa caravana que se aprestaba a recorrer los kilómetros que los separa de sus hogares.
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