Se trata de Verónica Wiernes, quien días después del 1 de agosto lavó una supuesta remera con sangre de Luis Fernández por la cual éste está imputado. Además se realizó un careo en el cual la testigo aseguro que el 31 de agosto el hombre y su auto estaban en casa de su pareja, Mirima Báez. El hombre lo negó.
Mañana a las 9 continúa la ronda de testigos.
Nueva ronda de testigos en el Caso Betty Argañráz. Lo más destacado de la jornada, sin dudas, fue la declaración de la testigo Verónica Eugenia Wiernes y el posterior careo con Luis Fernández. La mujer era la encargada de cuidar a los niños de Luis Fernández y Miriam Baez. Pero además fue quien lavó la supuesta remera manchada con sangre que pertenecía a Fernández pero que nunca apareció. La testigo ratificó frente al Tribunal el testimonio que dio en la etapa investigativa, en manos de la fiscal Adriana Giannoni en el 2006.
Según explicó, trabajó durante un año en casa de Miriam Baéz hasta el 1 de agosto del 2006, un día después de la desaparición de Betty. Según dijo ayer declaró tres semanas después de haber lavado la remera. Aunque no era su tarea lavar ropa, indicó que por pedido de Baéz tuvo que hacerlo. Además mencionó que no le sorprendió la mancha, solo le llamó la atención días después cuando se enteró de lo ocurrido. “Cuando dije que no pude sacar las manchas me dijeron que no importa”, relató
Durante el tiempo que trabajó le pagaban $150 mensuales. También reveló que sufrió amenazas telefónicas en más de una oportunidad que fueron denunciadas.
A su vez expresó que Miriam Báez la llamó para que declare a favor de Luis Fernández y diga que él no estuvo en su casa el 31 de julio. Ella lo negó. “Llegue a casa de la señora Miriam el 31 de julio a las a las 8.30 y allí estaba Fernández”. La defensa pidió el careo.
Posterior a la declaración, el imputado pidió la palabra. Se explayó demasiado. Dio detalles precisos de lo que hizo, con fecha y hora. Pero en definitiva asegura no haber estado en casa de Baéz esa mañana. Aseguró que nunca tuvo una remera de color beish. “A mi siempre me gustó el color azul”. Contó también que ese día estuvo reparando el auto, en el taller de Godoy (pariente) y que después fue a lo de otro mecánico, llamado Puerta. Testigos que durante la tarde de ayer declararon (ver aparte)
Insistió en que nunca le dio la remera y que todo está armado por el ex secretario de la fiscalía Ernesto Baaclini. “Luego me enteré de que Wiernes vive a casas de Baaclini”, expresó Fernández a la prensa.
El careo
“El 31 de agosto no estuve en casa de Miriam”, dijo Fernández. Inmediatamente Wiernes retrucó: “si estaba, usted y su auto”. El tono de voz de Luis fue subiendo, aunque no mucho.
El imputado le recordó que él la había llamado como testigo, ella lo negó. Entonces Fernández le preguntó, “pero cómo es que tenemos sus datos”, porque “me los pidieron para ponerme en blanco”, retrucó la mujer. También dijo no recodar precisamente cuando le dieron la remera, pero está segura de que fue días después del 1 de agosto.
Luis Fernández y las ex novicias Susana Acosta y Nélida Fernández, están acusados de homicidio calificado por el crimen de Betriz Ragañaraz, docente del Colegio Padre Roque Correa. Se la vio por última vez en la mañana del 31 de julio de 2006, cuando se dirigía al departamento de estas mujeres, ubicado en Catamarca 30. Desde entonces nunca más se la volvió a ver.
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