Con batucadas, cánticos, mucho color y alegría, los jóvenes rindieron su homenaje a la Virgen del Valle este sábado, en el séptimo día del novenario, en honor a la Inmaculada Concepción.
Similar tributo brindaron el domingo, los consagrados, sacerdotes, religiosas y religiosos, seminaristas y miembros de la Pastoral Vocacional de la diócesis de Catamarca.
Provenientes de los cuatro puntos cardinales, llegaron hasta la catedral-basílica para participar de la misa, que a raíz de la lluvia caída debió realizarse en el templo catedralicio, y no en el atrio como estaba previsto.
La celebración eucarística fue presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, quien les pidió que “se dejen cautivar con la Virgen del Valle, con la Madre de Dios, y que eso les quede marcado para toda la vida. Es una gracia pedimos en esta misa”
“Queridos jóvenes, el ser humano encuentra su verdadera realización sólo en Dios, por tanto el primer compromiso que nos atañe a todos es el de ser verdaderos discípulos-misioneros. Durante este Año Jubilar por el Centenario de nuestra Diócesis, ocupémonos de ser testigos creíbles de la esperanza cristiana. La esperanza no es sólo un ideal o un sentimiento, sino una persona viva: Jesucristo, el Hijo de Dios, El es la verdadera esperanza”.
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