Fue una jornada larga. Luego de que la fiscalía lea las acusaciones a Nélida Fernández, Susana Acosta y Luis Fernández, declararon las dos mujeres que dieron detalles de su pasado. Al hablar de su hija, Nélida estalló en llantos. Durante la tarde se descompuso Luis y a su hermana le dio un ataque de histeria. Hoy continúa hablando el imputado y declaran cuatro testigos.
“El juicio está preparado”, dijo Luis Fernández
En la segunda jornada del Juicio por el caso Argañaraz, cuyo Tribunal está compuesto por Alfredo Barrionuevo, Emilio Páez de la Torre y Carlos Roldán Vázquez; se leyeron las acusaciones a las dos ex novicias imputadas, Nélida Fernández y Susana Acosta. Y al imputado Luis Fernández. La fiscalía exige cadena perpetua por homicidio culposo. Al finalizar la lectura las mujeres tomaron la palabra.
La primera fue Susana Acosta. Ayudada por las preguntas de su abogado, dio detalles de su pasado. Contó sobre su carrera docente y se definió como teóloga con más de veintidós años de servicio. No dejó de referirse a los medicamentos que toma, por fractura de coxis y por problemas digestivos.
En todo momento el tono de su voz fue firme, demostrando mucha seguridad. Tanto ella como Nélida, al igual que el miércoles, cuando hablaron con los periodistas, despotricaron contra la fiscal Adriana Gianonni, acusándola de genuflexa al poder de turno.
El contenido de la alocución de Nélida Fernández no fue diferente al de su compañera. Dijo que sufre de hipotiroidismo y se quejó del trato que le dan en el penal de mujeres. A su vez relató que se conocen con Susana desde 1980. Y dejó entrever que son muy buenas amigas. Incluso en un pasaje de la jornada de ayer, Susana sintió frío, (las acusadas están justo debajo del aire acondicionado), y Nélida se sacó el saco para cubrirle los hombros.
Fernández estaba nerviosa. Esto se reflejó en algunos momentos de su monólogo donde titubeó. Pero esto se materializó cuando la abogada de Luis, su hermano, le preguntó sobre su hija.
Relató sobre lo difícil que fue obtener la adopción, “para que después la fiscal Gianonni, el juez Alfonso Zótolli, el secretario Ernesto Baaclini, hicieran que todo Tucumán crea que somos unos monstruos”. Al igual que Nélida los otros dos imputados estallaron en lágrimas. Respecto a Betty Argañaraz ninguna de las dos dijo dio detalles.
Promediando las 13.30 el Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta las 16.30 turno en el que Luis Fernández declaró.
En su intervención dijo que la causa estuvo armada por Baclini para tapar el caso Paulina Lebos. A su vez consideró que las investigaciones no se hicieron de manera correcta. También mencionó que actualmente está participando de un programa de alfabetización en el penal para colaborar con los reclusos.
El momento más dramático de la jornada fue cuando Fernández se descompuso. Ya que en el penal, él es el encargado de administrar sus remedios, pero no sucede lo mismo en Tribunales, es decir no tomó la pastilla. El juez ordenó que el servicio de emergencia le tome la presión, que según la enfermera, estaba por las nubes. Producto de todo este trajín, su hermana, Nélida, sufrió un ataque de histeria y comenzó a gritar: “Ya no doy mas, Dios porqué nos pasa esto, si te dedique toda mi vida”.
Ante semejante situación el Tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio para hoy a las 10.30 momento en el cual el imputado contestará las preguntas de la defensa y de la fiscalía. Se estima que durante la tarde pasarán a declarar cuatro testigos, citados para las 16.
El 31 de julio del 2006 desapareció Betty
Aquel día se subió a un colectivo cerca de su casa para ir su trabajo, en el colegio Padre Roque Correa. Se bajó en la zona del Abasto y abordó un remise. Según consta en el expediente, Betty recibió un mensaje de texto de Acosta, quien, según los investigadores, la invitó a su casa. En este sentido, la fiscal Adriana Giannoni asegura que fue una emboscada. Según la imputación, Betty se bajó del auto de alquiler en calle Catamarca primera cuadra, donde tenían un departamento las dos ex novicias. Lugar en el cual fue asesinada, dice la fiscal.
El otro implicado es Luis Fernández, hermano de Nélida. La hipótesis de la investigadora se basa en los resultados de una pericia, mediante la cual se detectaron manchas de sangre de la docente en distintas partes de la vivienda. Además, la fiscal obtuvo testimonios que incriminaron a los sospechosos, que están acusados de homicidio agravado.
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