Uno de los mayores problemas a nivel global es la grave crisis ambiental generada por el uso de los plaguicidas, por lo tanto la finalidad de la conmemoración del 3 de diciembre como Día Mundial del No Uso de Plaguicidas es hacer un llamado a la reflexión y a la toma de conciencia de la población mundial.
La contaminación que hoy sufrimos los seres humanos por sustancias químicas industriales y pesticidas es gigantesca.
A partir de 1998 esta fecha fue establecida por las 400 organizaciones miembros de PAN (Pesticide Action Network) en 60 países, recordando a los más de 8000 hombres, mujeres y niños que murieron horriblemente, y otras perecieron después, por los gases que permanentemente dañaron los ojos de las personas, pulmones, cerebros, sistemas reproductivos y otros sistemas. A consecuencia del accidente de Bophal - India en 1984, donde fueron liberadas 40 toneladas de un componente químico utilizado en la elaboración de un plaguicida de la corporación Unión Carbide.
La Campaña Internacional para la Justicia en Bhopal estima que entre 120.000 y 150.000 personas han sufrido enfermedades crónicas debido a este hecho, incluyendo infecciones respiratorias, desórdenes ginecológicos, cánceres y daños neurológicos. Más de la mitad de un millón de personas de la ciudad fueron expuestas al mortal iso-cianato de metilo (MIC), cianuro de hidrógeno y otros químicos. Desde entonces muchas mujeres han abortado espontáneamente y niños nacidos de padres expuestos a los gases son física y mentalmente retardados. Los venenos de Unión Carbide han dañado el sistema inmune humano, por tanto ahora son más vulnerables a infecciones y enfermedades. Las personas que fueron afectadas por el gas probablemente sufrirán toda su vida de enfermedades relacionadas con la exposición y las futuras generaciones podrían también llevar la marca de esos tóxicos. Cerca del 80% de las personas afectadas por los gases son bastante débiles para trabajar y sus familias enfrentan inanición y necesidades.
La Oficina Central de Investigaciones de India reveló en 1987 que el desastre del gas había sido el resultado de una decisión deliberada tomada por Anderson, que era el director general de Unión Carbide en 1984, que con el fin de disminuir los costos redujo la seguridad esencial, la fuerza de trabajo a la mitad y los sistemas de alarma en la factoría de Bophal, . La corporación y sus encargados antepusieron sus beneficios antes que la salud y la vida de las personas. Más de veinticinco años después en Bhopal, a los sobrevivientes se les niega el mínimo de cuidado médico, adecuada rehabilitación y condiciones saludables de vivienda. Mientras el gobierno descuida a los sobrevivientes, ha favorecido los intereses de Unión Carbide, no obligándolos a pagar indemnizaciones justas, dando poca importancia a los daños y evadiendo responsabilidades.
Mientras tanto, 100.000 personas sin adecuada atención médica, todavía sufren enfermedades crónicas, conviven con el lugar del desastre y beben el agua contaminada.
Esta fecha también es oportuna para denunciar la magnitud de las intoxicaciones masivas a nivel mundial por plaguicidas. Asimismo, estos agrotóxicos se han convertido en agentes causantes de desequilibrios en los agro ecosistemas y en los seres humanos. Cada año en el mundo se intoxican cerca de 3 millones de personas por el uso de agrotóxicos , de las cuales mueren más de 220 mil. De los millones de kilos de plaguicidas utilizados en Estados Unidos anualmente, sólo el 1% de los productos llegan a los organismos nocivos (a los que en principio van destinados). El 99% restante se queda en los ecosistemas. Una parte van a parar a la atmósfera por volatilización, otra parte importante al suelo, y otra a los acuíferos. Otro de los efectos de los plaguicidas son los daños que afectan a la fauna del medio. Otra parte se queda en los productos agrícolas, siendo consumido directamente por los animales, y el hombre. Pero las intoxicaciones agudas son sólo parte visible de los daños causados por estos productos.
La agricultura basada en monocultivos, uso de agrotóxicos y variedades uniformes y/o manipuladas genéticamente, no es sostenible en términos ambientales, económicos, ni sociales. El principio de precaución o de prevención consignado en normas nacionales e internacionales no está siendo considerado. La orientación de nuestra agricultura está obedeciendo más a los patrones e intereses de capitales del norte, con un alto costo energético e impactos negativos, en detrimento de la soberanía alimentaria, el equilibrio ambiental, la justicia social y la calidad de vida.
La contaminación que hoy sufrimos los seres humanos por sustancias químicas industriales y pesticidas es gigantesca, Se sabe desde hace décadas que los pesticidas y sustancias organocloradas actúan como disruptores endocrinos y están íntimamente ligados a la aparición de los tipos de cáncer hormonodependientes ,y hay cientos de trabajos científicos que demuestran la intensa presencia de estas sustancias en la grasa de personas afectadas.
Como reflexión en este día, el caso Bhopal ilustra como las corporaciones evaden sus responsabilidades respecto de los derechos humanos y el ambiente, y plantea la necesidad de establecer un marco regulatorio a nivel internacional que responsabilice penal y financieramente a las empresas por los desastres industriales, la contaminación tóxica que producen y el daño que ocasionan sobre la vida humana.
Es indispensable empezar por disminuir la disponibilidad de plaguicidas de alto riesgo en el mercado, como son los plaguicidas extremadamente y altamente tóxicos y productos cancerígenos, mutagénicos y teratogénicos.
Cuando se pase de la reflexión a la acción, tal vez las acciones serían implicarse en campañas que tengan como metas resultados concretos ,como las campañas impulsadas por PAN(Pesticide Action Network) y RAP-AL(Red de Acción en Plaguicidas y Alternativas-América Latina):
Campañas contra la impunidad en los casos de intoxicaciones Campañas para demandar la prohibición de los plaguicidas que afectan el sistema inmunológico y/o endocrino u hormonal.
Campañas por la prohibición de las aplicaciones aéreas de plaguicidas en cultivos.
La reparación de daños y la indemnización a las víctimas de intoxicaciones
El cumplimiento de las normas y convenios nacionales e internacionales, que establezcan controles al uso y manejo de plaguicidas.
La prohibición de productos y semillas transgénicas, los cuales amenazan la salud, el ambiente, la biodiversidad, la posibilidad de la agricultura ecológica u orgánica y la soberanía y autonomía alimentarias.
La declaración de la producción agroecológica como política de Estado, con metas claras hacia la reducción y eliminación de plaguicidas de mayor riesgo del mercado, y con apoyo efectivo a la investigación, validación y transferencia de tecnologías sanas, que permitan la reconversión de los sistemas de producción hacia la agricultura ecológica u orgánica, como alternativa de seguridad alimentaria, con autonomía y soberanía nacional.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff